Periodistas vs. pederastas

A primera vista, esas son las fuerzas que chocan en ‘Spotlight’, película que cuenta con 6 nominaciones a los premios Oscar. En el fondo, es la eterna lucha de la verdad contra la hipocresía del poder. La historia es conocida pues fue un escándalo internacional: en el 2001, el Boston Globe inició una investigación sobre los innumerables abusos sexuales contra niños, cometidos por curas de la riquísima Arquidiócesis de Boston, abusos conocidos por la jerarquía eclesiástica que, en lugar de denunciar y castigar a los malhechores con sotana, discretamente los cambiaba a otra parroquia, donde continuaban con toda impunidad su perversa faena.

Décadas después, al recordar el momento en que un cura le exigía sexo oral, una de las víctimas explica consternada: “Es muy difícil decirle no a Dios”. Porque ahí radica la clave del chantaje, en que el pederasta es para el niño el representante del poder supremo. Y los resultados del abuso son catastróficos: la pérdida de la fe es lo de menos, va de cajón, faltaba más; lo grave es que la mayoría de las víctimas cae en el alcohol y las drogas o directamente se quita la vida.

Más allá de los testimonios indispensables, la película no se regodea en el lado morboso del tema pues la cámara va detrás de la investigación periodística como tal, que si ahora apunta contra el cardenal Law y el sistema de encubrimiento montado por la Iglesia Católica, mañana puede destapar los chanchullos del poder político. No en Ecuador, donde se aprueban enmiendas para someter a la prensa, sino en Estados Unidos, donde es sagrada la Primera Enmienda sobre la libertad de expresión y hay antecedentes notables de este tipo de denuncias que luego se reflejan en el cine. Los mayores recordarán ‘Todos los hombres del presidente’, con Robert Redford y Dustin Hoffman en el papel de los jóvenes periodistas del Washington Post cuya audaz investigación del caso Watergate culminó con la renuncia del presidente Nixon.

Con leves toques de ficción, ‘Spotlight’ muestra de nuevo en qué consiste el auténtico periodismo. Eso mientras en la vida real el mismo Marty Baron que planteó la investigación del Boston Globe sobre los curas pederastas, y que hoy es director del Washington Post, declara que “el periodismo es pedir cuentas a las instituciones poderosas”.

Pero no olvidemos que ‘Spotlight’ es, sobre todo, cine, y cine del bueno. Un guión limpio que va al grano, una dirección que marca el ritmo adecuado y el gran placer de ver a actores como Mark Ruffalo, Rachel McAdams y Michael Keaton, quienes representan con una verosimilitud fuera de serie a los integrantes del equipo de investigación llamado precisamente ‘Spotlight’, cuyas crónicas tuvieron resonancia mundial, ganaron el premio Pulitzer y sacudieron a la Iglesia. Salvo que eran los tiempos de Juan Pablo II, quien acogió en el Vaticano al cardenal encubridor, asignándole altas funciones y diluyendo su culpa. Amén.

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