La prensa libre, la mejor aliada

En la situación de privilegio en que me hallo, contar con un espacio de opinión en un Diario como EL COMERCIO, creo cumplir con la obligación que me he impuesto de relievar también los pasos que va dando el Gobierno en su propósito de que salgamos del pantano del subdesarrollo, aunque esto conlleve declararles la guerra a quienes lucraban en 'la isla de la paz', como le habían definido cínicamente a nuestro desventurado país aquellos pulpos.

Vamos adquiriendo cultura impositiva, la tributaria, eso de pagar los impuestos fiscales que nos corresponden, y es práctica usual en cualquier país civilizado y ni se diga en los de mayor desarrollo como los Estados Unidos. En nuestro país pagaban impuestos tan solo 'los pobres de espíritu', según expresión de un chusco. Deudas millonarias, acumuladas, a la espera de que el 'enviado de Dios' llegara a la Presidencia de la República y en su bondad infinita decretara perdón y olvido, dejándole al Servicio de Rentas Internas (SRI) con las narices largas.

Pocos colaboradores más eficientes del actual Gobierno que Carlos Marx Carrasco, director del SRI. Imbatible, sin mancha, resistente a todas las presiones y tentaciones imaginables. Los millones recaudados en concepto de impuestos han contribuido a financiar la admirable red vial que tenemos, las miles de becas completas para que los mejores de entre los bachilleres y los jóvenes profesionales se hallen cursando estudios de pre y posgrado en el exterior, escuelitas y centros de desarrollo rural por donde uno se adentre en el Ecuador profundo. Y así.

¡"Ecuador, país de vocación agrícola", como decían quienes le fueron echando a pique! Insecticidas y fertilizantes, sin fecha de expiración, a precios de castigo que imponían 2 ó 3 importadores. El Banco de Fomento a la quiebra por préstamos cuantiosos, incobrables, a una oligarquía rapaz detentadora del poder político. Destrucción de los silos construidos por la ENAC, empresa del Estado, para defender a los pequeños agricultores, de arbitrarias y manipuladas 'leyes del mercado'. Tal destrucción fue conocida por los lectores de EL COMERCIO en un reportaje acompañado de imágenes que producían indignación y desconcierto.

También en EL COMERCIO salió publicada en estos días la noticia que 30 000 toneladas de arroz pilado habían sido exportadas a Cuba por la empresa pública ecuatoriana Unidad de Almacenamiento. "La comercialización no se había concretado antes por la necesidad de precautelar la reserva para el mercado interno y evitar especulaciones en el precio. Estas condiciones se han visto favorecidas por la compra de arroz (para almacenarlos, digo yo) a los pequeños y medianos productores que pilaron sus cosechas". El presidente Correa debería llegar al convencimiento que la prensa libre e independiente, es su mejor aliada.

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