En febrero, el ciudadano deberá sufragar por los candidatos de su preferencia y contestar una pregunta del Presidente. “¿Está usted de acuerdo en que, para desempeñar una dignidad de elección popular o para ser servidor público, se establezca como prohibición tener bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en paraísos fiscales?” Esta pregunta contempla también la obligación de la Asamblea Nacional para reformar las leyes pertinentes.
Surge una pregunta: ¿Cuáles son los llamados paraísos fiscales? ¿En qué países están situados?
Que se sepa, todo Estado es soberano y vela por esta condición de manera rigurosa. Si, por ejemplo, el Ecuador se permite calificar a determinado país como paraíso fiscal, tal país reaccionará de manera enérgica rechazando no solo la calificación, sino la facultad ecuatoriana para emitirla.
¿Quién le dio a Ecuador semejante facultad?
El prestigio nuestro no es muy positivo en el concierto internacional, tanto que los abusos de orden económico que no han descubierto los órganos ecuatorianos de control, vienen desde el extranjero. En el sector deportivo, las revelaciones de una Fiscal de EE.UU. no han sido arbitrarias ni falsas, hay altos personeros del deporte ya sentenciados y hasta en prisión.
Con motivo de los contratos para la Refinería de Esmeraldas, el propio gobierno ecuatoriano se empeña en mostrar la horrible realidad. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha investigado la corrupción ejercida por la compañía brasileña Odebrecht. Lo hace público, y el empeño actual es que los nombres de quienes recibieron sobornos de la brasileña en nuestro Ecuador, por la cantidad de USD 33,5 millones, sean revelados. La congresista Republicana Ileana Ros Lehtinen, se ha interesado en que se divulgue los nombres.
El fiscal general, Dr. Galo Chiriboga, está empeñado también en el mismo propósito: que se divulgue los nombres.
Pero el Presidente se anticipó a calificar a la congresista americana como “recadera de los Isaías”; y, por cuanto en esa misma labor está el fiscal general Dr. Chiriboga, ¿la oposición podría extender a dicho alto funcionario el mismo calificativo de recadero de los Isaías?
Respecto a la Fase II, el Presidente recordó que el único contrato vigente con Odebrecht es la construcción del Metro de Quito, con lo cual abrió una puerta para sospechas respecto al desempeño de quienes actuaron.
Los personeros del Banco Mundial, del Banco Europeo de Inversiones, de la Corporación Andina de Fomento y del Banco Interamericano de Desarrollo, que financian la obra del Metro en su segunda fase, junto con los concejales de Quito y el alcalde Rodas a la cabeza, ¿entran en las sospechas de sobornos? Solo pensarlo es ofensivo y hasta grotesco.
¿Vale la pena gastar más de 4 millones de dólares en la pregunta?