Realmente es complejo entrar en un proceso de ajuste económico, en momentos de precampaña electoral, porque para todo habrá quienes evalúen los posibles impactos políticos y electorales de una campaña, por decisiones que se tomen y acciones que se sigan.
Por eso es que en países sin madurez democrática, la que requiere efectiva división de funciones del Estado, así como entidades de control y jueces no sometidos, no son recomendables las reelecciones de quienes están en ejercicio del poder del Estado, porque quienes están en goce de este llegarán al límite de lo imposible –a veces hasta rebasan lo que podría parecer imposible- y los que están en contra perseguirán todo lo que pueda debilitar.
Suponer que el poder central y los gobiernos seccionales que no le son vinculados coordinen con este, es impensable, porque siempre habrá que satanizar lo que hagan los que no someten su apoyo.
El 9 de octubre de 1969, para organizar las acciones para el sesquicentenario de la independencia de Guayaquil, en el Palacio Municipal, hubo una sesión de trabajo con el presidente Velasco Ibarra, los presidentes de las cámaras del Senado, Juan Alfredo Illlingworth, de diputados, Raúl Clemente Huerta, los ministros, entre estos Pedro Menéndez Gilbert y Miguel Salem, ninguno vinculado con el CFP del alcalde Assad Bucaram –yo entonces eraSecretario Municipal- pero todos coincidentes por Guayaquil.
La democracia exige convivencia en el país y en la región, se coincida o no en posiciones ideológicas. Como que eso en algún momento pudo ser esperable.
Recuerdo que el extremo –este sí inesperable- fue que el único gobernante de la región que acompañó al presidente Correa en su primera visita a la Asamblea de Montecristi, el 30 de noviembre del 2007, fue el presidente colombiano Álvaro Uribe, de muchos atrás tachado de estar vinculado con la ultra derecha y los paramilitares de Colombia.
¿No podríamos abstenernos de seguir en precampaña, en las duras circunstancias económicas que estamos viviendo?
No es cierto que haya solo un problema del sector externo de la economía, por la apreciación del dólar.
Hay un gravísimo problema de caja fiscal, porque en años recientes se faltó al principio elemental que siempre debe recordarse: a etapas de auge económico por elevados precios del petróleo, endeudamiento no siempre para prioridades, severo incremento de carga fiscal, en el lado de los ingresos, y gastos de crecimiento explosivo, aun no prioritarios, pueden seguir períodos de caída de ingresos.
Si todas las fuentes de ingreso se exprimieron, pasan cosas como el nuevo endeudamiento de USD 750 millones, a 5 años, al 10,5% anual, realmente carísimo en las actuales circunstancias de costo de dinero para los países de la región.