Recordemos algunas escenas cotidianas en la relación de lo privado (usuarios) con el sector público (burocracia).
El vocablo burocracia es considerado despectivo para expresar la indignación del usuario cuando es mal atendido por un empleado público. Dice la Real Academia Española: “1. Organización regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que le son propios; 4. Administración ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas”. La acepción 4 es la que causaba (o sigue causando) indignación y expliquemos porqué. Era típico que cuando acudíamos a gestionar un trámite la respuesta era “lo siento, el licenciado se fue a volver, no puede firmar el papel”; “vuelva la semana próxima”; “no puede salir del país porque su permiso de salida caducó”; “no sea malito, suba al quinto piso y vea si la licenciada le atiende”.
Ese abismo entre el usuario y el servicio público se ha reducido drásticamente. Recordemos la atención en el vetusto edificio del Registro Civil de la calle Mejía, que ya no existe. Si comparamos con lo que ocurre hoy podemos observar un cambio radical, pero sí hace falta disminuir algunos trámites, también más transparencia en la gestión entre el usuario y el servidor público.
El ‘Premio a las buenas prácticas en gestión pública’ comenzó en Perú hace 10 años y hoy está posicionado como una de las mejores experiencias en materia de participación ciudadana de América Latina. Por ejemplo, en la cooperación público-privada compiten por igual las direcciones regionales de salud, la policía o entidades que mejoran la salud materna e infantil. En categorías sobre educación entran los programas de ‘sumak kawsay’; en gestión ambiental, por ejemplo, ganó este año un programa ministerial de conservación del recurso anchoveta que, como se sabe, Perú es uno de los mayores productores mundiales de pescado. Programas de conservación de fauna silvestre, simplificación de trámites, acceso a la información, etc.
Este año, por primera vez y con el auspicio de la Corporación Líderes para Gobernar, en Ecuador se ha organizado un concurso similar en cuatro categorías: simplificación de trámites para empresas, simplificación de trámites para ciudadanos, acceso a servicios públicos, protección del ambiente y preservación de ecosistemas. La metodología de evaluación será igual a la peruana y pueden participar las instituciones públicas con sus iniciativas, los poderes judicial y legislativo, gobiernos locales (municipios) y regionales. En cuanto a los criterios de evaluación constan el bienestar ciudadano, el impacto alcanzado, la relevancia, la creatividad. Será una experiencia extraordinaria en la cual las entidades y los funcionarios públicos serán evaluados positivamente y sin resquemores.