Hay gente simple, y otra desinformada. Hay frases tan peleadas con la inteligencia y cultura humana, que no queda más que exclamar, como lo hizo el Mandatario ecuatoriano, “¿quién fue el imbécil que dijo eso?”. Un dirigente indígena, de mente ágil, respondió esa pregunta al presidente Correa. Pero, ¡qué se puede pensar del presidente boliviano que sostuvo, en la Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático, que “el pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos tienen desviaciones en su ser como hombres”!
En esta época en la que la orientación sexual es un derecho consagrado, entre otras, en las constituciones de Ecuador y Bolivia, salir con tamaña frase es estar fuera de tiempo. Es no haber evolucionado al mismo ritmo que en los últimos 50 años lo han hecho las sociedades más desarrolladas del Planeta. Para el Mandatario boliviano no ser “hombre”, en los términos tradicionales, es una aberración generada por los pollos. Si se hubiera regalado el tiempo para leer un poco de historia de los pueblos originarios de Sudamérica, habría sido cauteloso en sus declaraciones.
Pedro Cieza de León, en Crónica del Perú, sostiene: “Cada templo o adoratorio principal tiene un hombre, dos o más según el ídolo, los cuales andan vestidos como mujeres desde el tiempo en que eran niños, y hablando como tales. Con estos, casi por vía de la santidad y la religión, tienen su ayuntamiento carnal los señores’”. Juan de Santa Cruz (‘Crónica de relación de antiguedades deste Reino del Pirú’), dice: “Habían sido criados varios muchachos para que atiendan sexualmente a los altos soldados de guerra”. Andahazi en ‘Pecar como Dios Manda’, relata que “en tiempos del Imperio Inca la prostitución era, principalmente, cosa de y para hombres, y era uno de los oficios mejor pagos”. Sea o no verdad esto, Evo no debió dar esa declaración.
¿Habría dicho lo que dijo Evo, si hubiera conocido la historia de los pueblos ancestrales de América? Tomás Eloy Martínez señaló que el Presidente de Bolivia “solo a los 15 años pudo aprender a hablar y a leer español”. Emilio Martínez (‘Ciudadano X, la historia secreta del evismo’) relata que Morales dijo “que ha aprendido más escuchando que leyendo”.
E. Martínez en la obra citada escribió: “En el año 2001 circulaba un rumor muy fuerte en la Cámara de Diputados, que era repetido hasta por los ujieres, según el cual Evo Morales tenía preferencia por personas del mismo sexo”. No importa si esto es cierto o no. Él tiene derecho a elegir su inclinación sexual, y nadie puede criticarle por ello. Sí, por su accionar político. No existe fundamento científico para afirmar que la sexualidad es el resultado de haber comido pollo. Si los conocimientos de Morales se basan en lo que escucha, ¡pobre Bolivia!