Nikos Kazantzakis (1883-1957) es uno de los más importantes escritores griegos del siglo XX. Sus obras han sido llevadas al cine y han logrado un gran éxito, como la inolvidable película “Zorba el griego” y la polémica, “La última tentación de Cristo”.
El Santo Francisco de Asís es quizás uno de los personajes históricos de la religión católica sobre el que más se ha escrito, talvez debido a la ternura, simpatía y devoción que despiertan su humildad, su imitación de Cristo, su gran bondad y amor a las cosas sencillas. De ahí que se le haya denominado: alter Christus, el “otro Cristo”.
Kazantzakis, en su último libro antes de morir, “El pobre de Asís”, relata con especial belleza y una gran fuerza de espíritu la vida del Santo. “El pobre de Asís” es una alegoría al “amor universal”, es una bella historia de cómo un hombre sencillo alcanza el corazón del mundo a través del corazón de sus semejantes. Lo sencillo, lo débil, lo pequeño, lo que pasa desapercibido, es el foco de atención de San Francisco, pues es aquí donde mejor se percibe el Espíritu y fe en Dios. La bondad, el amor y la humildad de San Francisco de Asís, con seguridad, es lo que percibió el cardenal argentino, Mario José Bergoglio, para adoptar el nombre de Francisco y asumir esas virtudes como suyas, para ponerlas en práctica en todos los actos de su pontificado. En las visitas hechas al Pontífice, tanto el canciller de Venezuela, Elías Jaua, como el presidente, Nicolás Maduro, han magnificado las palabras del papa Francisco, quien al referirse al fallecido presidente Hugo Chávez, dijo que fue un gobernante “preocupado por los pobres”.
“Ustedes saben que el comandante Chávez murió pobre sin ningún tipo de propiedad, ni una casa, ni un carro, nada tenía el comandante Chávez”; aseguró el heredero político y actual presidente, “la pensión que ganaba la daba en becas y la burguesía lo vilipendiaba todos los días”. Hizo un “voto de pobreza cristiana con su vida (…), esa es la ética que nos dejó el comandante Chávez como herencia para construir una nueva sociedad”.
La versión de Maduro y de Jaua contrasta con los informes de la DEA, que en 2008 estableció que varios miembros de la familia Chávez, entre ellos su madre, Elena Frías, y algunos de sus hermanos, tenían $140 millones depositados en cuentas en EE.UU., país al que Chávez vilipendiaba.
Jerry Brewer, analista de la revista Semana y miembro de la Justice International Associates, estimó que en los 14 años de poder, la familia Chávez amasó una fortuna de mil ochocientos millones de dólares .
Según sus corifeos, Chávez hizo un “voto de pobreza cristiana con su vida”, de esa manera, con seguridad tenemos al “El pobre de Asís” del siglo XXI.