Entre febrero de 2011 y agosto de 2014, el Ecuador vivió una época extraordinaria, con un precio del petróleo sorprendentemente estable y alto. Desde diciembre del año pasado parecería que volvemos a una época con estabilidad, aunque a un nivel bastante más bajo y del cual, parecería, el precio del petróleo se niega tercamente a subir.
Los datos son curiosos. Entre el 22 de febrero de 2011 y el 13 de agosto del año pasado, en el 86% de los días laborables, el ‘Crudo Oriente’ ecuatoriano se negoció entre USD 90 y 110 por barril. En otras palabras, durante tres años y medio el crudo ecuatoriano se quedó allá arriba, flotando entre un nivel espectacular y uno más espectacular todavía, con un promedio muy cercano a los USD 100 por barril.
Esa fue una estabilidad sorprendente a un nivel altísimo durante un período muy largo en el que se hubiera podido ahorrar para tener un mecanismo de defensa para el momento en que termine la bonanza (cosa que no ocurrió).
Luego cayó, pero se volvió a estabilizar aunque mucho más abajo. Los datos: desde el 2 de diciembre de 2014 hasta la semana pasada, el 98% de los días laborables la cotización del ‘Oriente’ ha estado entre los USD 40 y los USD 60 por barril. Evidentemente retornamos a la estabilidad, aunque esta vez con un promedio más cercano a los USD 50.
Es interesante analizar las razones tanto de la caída como de la nueva estabilidad. La caída se explica entre otras cosas por la desaceleración de algunas economías grandes (China, Europa y Japón) cuya demanda de combustibles se ha desacelerado fuertemente. También jugó un rol el crecimiento de la producción de crudo a nivel mundial (tanto en los EE.UU. como en Arabia Saudita) y, algo importantísimo, fue clave la ausencia de grandes conflictos en las zonas de producción (algo que puede cambiar en cuestión de días si se le ocurre explotar a alguno de los focos de tensión en Oriente Medio, Nigeria o Venezuela).
La estabilización alrededor de USD 50 por barril se debe a varios factores, aunque el principal parece ser la sorprendente capacidad de los productores de petróleo de esquisto de soportar la caída de los precios sin reducir su producción. Mucha gente esperaba que estos productores dejen de extraer petróleo a un precio de USD 60, pero la realidad es que siguieron extrayéndolo y la producción de petróleo de los EE.UU. sigue al alza.
Si los productores de esquisto hubieran parado su producción, lo que hubiéramos visto es una caída del precio y luego una rápida recuperación. Parecería que la recuperación se va a demorar en llegar, en caso de que algún día llegue.
En este momento, hay que dirigir la atención a la próxima reunión de la OPEP, que está programada para inicios de junio. Los rumores dicen que no va a haber cambios importantes. Es decir, que el petróleo, tercamente, se quedará en su nueva franja.
@VicenteAlbornoz