La Corte Internacional de Justicia de La Haya dictó este lunes su fallo sobre el diferendo de límites marítimos que mantuvo por más de seis años enfrentados a Perú y Chile.
A diferencia de otras resoluciones de esta Corte, en las cuales generalmente no se suele dar la razón a una de las partes, en esta ocasión la decisión se ha inclinado hacia el Perú. Esto significa un aumento de cerca de 50 000 kilómetros cuadrados de mar territorial.
Para el presidente peruano, Ollanta Humala, el veredicto de La Haya fue considerado como una “victoria”. Mientras que para el presidente chileno, Sebastián Piñera, fue tomada como una lamentable pérdida .
Para ciertos sectores de la opinión pública peruana, este resultado fue recibido con frialdad ya que, aunque se ganó mar, la parte con mayor riqueza ictiológica quedó en manos chilenas. No obstante, esto no es así. Se conoce que dentro de las primeras 80 millas, límite marítimo que no cambió con el fallo de La Haya, la pesca de anchoveta es abundante. Pero en la parte que va de las 60 a 150 millas también existe abundante pesca. Allí existe otras especies como sardina española, jurel, pez espada, bacalao de profundidad, langostino colorado, algas pardas, erizo rojo, lapas y loco.
Como se puede ver, detrás de esta disputa entre Perú y Chile hay un tema económico de fondo. De acuerdo al Departamento de Pesquerías de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile, la estimación de desembarque de recursos pelágicos para el 2013 consignó 950,7 mil toneladas. La anchoveta representa el 46%, el jurel un 23,1% y la sardina común un 17,4%.
Las zonas pesqueras de Chile que se han visto afectadas por la resolución de La Haya son la XV, I y II. Estas representan cerca del 40,8% de la producción pesquera. Al mes de septiembre de 2013, el desembarque estimado total de Chile en anchoveta alcanzó una cifra de 437 000 toneladas, de éstas 366 000 toneladas se extrajeron de la región XV a II. Es decir, cerca del 83,8% del total.
Los beneficios para el Perú vendrán de la pesca de especies pelágicas y demersales. A más de los volúmenes que dejaría la pesca de anchoveta, las zonas que ahora pasarán a manos el Perú generarán, según informes de la prensa, un promedio de USD 100 millones de dólares anuales.
Se prevé, por ejemplo, que la región de Tacna (Perú) aumente su PIB en un 5%, lo cual implicaría aumentar de USD 2 345 millones a USD 2 462 millones por año. Este desarrollo significaría también un aumento de inversiones y generación de más puestos de trabajo para la zona sur del Perú.
Por consiguiente, Chile ha perdido una de las zonas de explotación pesquera más importantes. Habrá que ver cómo este fallo afecta el proceso de integración de la Alianza del Pacífico o el nivel de inversiones que tiene Chile en Perú .