Lamentamos decirles que Europa ha vivido por encima de sus posibilidades y por eso van a pasar años de penalidades, que la banca es culpable de esta crisis pero ella es intocable y como las leyes de la economía son despiadadas Europa lo va a pagar caro, se dijo en el último Foro Económico de Davos. La semana pasada 150 tiendas griegas fueron saqueadas y 34 edificios históricos fueron quemados por indignados que no aceptan que les rebajen los sueldos o pensiones de jubilación ni les despidan de sus empleos. En España sigue creciendo el desempleo y la recuperación se la ve lejana y costosa para la gente pobre. Esto no es un problema de hoy, esto ya tiene cinco años de incubación por la falta de una política sobria en el gasto, tanto público como privado.
Cuando las políticas económicas son imprevisivas y hacen alardes populistas los riesgos de futuras penalidades son altos. Cuando no hay severidad en la administración de los escasos recursos, los pueblos sufrirán carencias de empleo y rebaja de sueldos y pensiones. Cuando se han acostumbrado a la vida fácil a expensas de los recursos naturales no renovables, las crisis son inmanejables porque hay que acabar con los subsidios y las ayudas creadas en épocas de las vacas gordas. Las leyes de la economía no perdonan y siempre serán los pobres los más afectados, quienes, indignados, acaban con los gobiernos populistas.
Lo que están sufriendo Grecia, Portugal, España e Italia se debe a la ausencia de previsión en su política general, cuyos gobiernos dilapidaron para ahora ajustar a los más pobres, porque los empresarios, los banqueros y los mercados saben defenderse cuando hay crisis. Si ya se ha causado el desempleo y las masas se empobrecen, la aplicación de la austeridad causa mayores penalidades y sufrimientos, porque produce recesión económica y profundiza los efectos negativos.
Ahora Europa se ha dedicado a imprimir dinero para enfrentar las carencias y pagar las deudas a los bancos acreedores, pero esto no resuelve el problema de fondo que son los desequilibrios de los países que tienen menor capacidad de producción de bienes y servicios.
Hacer esto toma tiempo y precisa medidas diferenciadas de acuerdo a las particularidades de cada país, pues no todos tienen la estructura económica y social de Alemania.
Ecuador va a sufrir por varias causas. Habrá menos remesas de los emigrantes que ahora más bien están pidiendo que les envíen dinero para seguir viviendo en esos países caros. Los europeos comprarán menos productos ecuatorianos porque la recesión así lo impondrá.
La ayuda de las organizaciones no gubernamentales será cada vez más escasa y ni pensar en nuevas inversiones para el desarrollo nacional, salvo para proyectos petroleros y mineros en donde la rentabilidad es alta.