La concepción de la seguridad ecológica es el resultado de profundas reflexiones en el mundo entero. Son las catástrofes climáticas las que motivan generalizadas preocupaciones.
No es gratuita la protesta que diferentes jefes de estado y de gobierno, científicos, ONGs, líderes políticos, defensores de los derechos humanos, han levantado contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump por su actitud anti ecologista.
Al terminar el siglo XIX y principios del siglo XX, el problema ecológico se planteaba como un asunto de protección de la naturaleza mediante la creación de zonas de reserva y el manejo adecuado de los recursos naturales sin descartar, por supuesto, los intereses de la sociedad y los estados.
En la actualidad impera la opinión de que cualquier intervención del hombre en el medio ambiente trae consecuencias globales porque afecta directamente a la biósfera. En este sentido, la protección del medio ambiente es un problema de supervivencia de la humanidad.
Los problemas de la seguridad ecológica nos incumben a todos más allá de la pobreza o la riqueza.
Es conocida la posición de los pueblos indígenas frente a la protección de la naturaleza: la tierra es la madre de todos los seres humanos y de toda la riqueza. Entonces, todos los esfuerzos para mejorar la vida material y espiritual pueden resultar ineficaces e infructuosos si no la respetamos.
Los pueblos indígenas en Ecuador nos dan ejemplo de respeto a los sistemas ecológicos, es por ellos precisamente, que todavía existe la selva amazónica a pesar de los efectos de la explotación de petrolera, asimismo, por ellos se conservan comunitariamente los páramos, aunque los gobiernos poco han hecho para frenar en las alturas de las montañas las pretensiones sobre las fuentes de agua.
Las culturas indígenas son en sí mismas ecologías populares que se fueron formando en el proceso de su actividad vital en equilibrio con los ecosistemas; sus conocimientos y representaciones sobre el papel del individuo en la naturaleza se constituyeron en normas de comportamiento hacia esta.
Ahora los indígenas han acudido al diálogo con el gobierno del presidente Lenin Moreno, han planteado sus aspiraciones de pueblos y de ciudadanos, se han manifestado por la defensa de sus intereses, pero también de los intereses del país.
Esta es la identidad política de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, Conaie, que reivindica los derechos de pertenencia a un pueblo singular y a la vez proponen la doctrina de un Estado plural.
Tomando en cuenta la dignidad nacional de cada pueblo ¿no merecen acaso ser consultados cuando se vulneran sus derechos territoriales?