El Papa y Madiba

Pocas veces la vida de dos personas se enlaza con sentimientos y legados tan parecidos como ha ocurrido con el cardenal Jorge Bergoglio y Nelson Mandela.

El papa Francisco llegó al obispado de Roma sin esperárselo. Hace pocos años, en el cónclave que nominó a Benedicto XVI, su nombre también sonó y con más fuerza que ahora como sucesor de San Pedro.

Hace pocos años, así mismo, Nelson Mandela, el líder Madiba de una tribu de Sudáfrica fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

Madiba Mandela, antes llegó a la Presidencia de su país y rechazó la reelección. Para triunfar luchó contra el apartheid (la discriminación racial). Ni 27 años en la cárcel minaron su espíritu.

El papa Francisco encontró, en el camino de la humildad, la sabiduría que le hace afrontar los retos de cambiar la Iglesia Católica desde adentro llamando a la unidad por medio del amor que la predicaron durante dos siglos, muchas veces sin practicarlo de corazón.

Este jueves y al finalizar el año en Ecuadoradio, programa que dirige Miguel Rivadeneira, convocamos a tres invitados para reflexionar sobre estos dos personajes a los que el año 2013 marcó: Mandela murió pero dejó como legado su herencia. El papa Francisco se proyectó desde el anonimato de la tribuna mundial al púlpito que las redes sociales y los medios le otorgan a un personaje como nunca antes había sucedido en todo el planeta.

La conclusión repetida ya, es que ambos, antes que personajes fueron, son, personas. Su legado y palabra trasciende.

Monseñor Fausto Trávez, arzobispo de Quito dijo que el Papa no buscó el trono de Pedro sino que lo eligieron. Mandela buscó la igualdad y destacó que supo perdonar a quienes tanto daño le infringieron. Los dos saben despejar el camino de energías negativas.

Para el periodista Lolo Echeverría ambos son líderes que enseñaron al mundo el verdadero liderazgo, no el ejercicio del poder sino el ejemplo genuino, y destacó en ellos el significado auténtico del perdón y la reconciliación.

Ambos supieron perdonar y ambos convocan a la reconciliación fraterna.

El teólogo y Decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica, Fernando Ponce relievó la claridad del mensaje de los dos personajes, un mensaje -más allá del discurso bonito, de fondo y el testimonio de su vida. En el caso del Papa destacó la idea de cambiar la Iglesia.

Puede ser curioso, casual o simbólico que la vida del Papa, conocida universalmente a luz de su pontificado, sea también un signo de los tiempos, un Papa que rápido captó la potencia del mensaje de los medios de comunicación. Algo que no tuvo a su alcance Madiba Mandela cuya vida y sacrificio apenas si era conocido, en los largos años de cárcel, por pocos medios de orientación progresista. Ambos dan la luz de su sonrisa, esa conclusión ilumina el final de 2013 y llena de esperanza al 2014 que se inicia, ojalá, por un mundo mejor.

Suplementos digitales