Durante la semana que concluye hoy salieron a la palestra una serie de asuntos oficiales intrincados, por utilizar un eufemismo, y que, en algunos casos, dejan más maltrecho el pregonado eslogan de la decadente AP de manos limpias…
El más trascendental caso es el relativo al vicepresidente de la República, Jorge Glas, sentenciado el miércoles, en primera instancia, por el Tribunal Penal de la Corte Nacional de Justicia, a seis años de cárcel y la devolución de USD 14.1 millones, conjuntamente con su tío Ricardo Rivera, por asociación ilícita, dentro del bullado juicio por denuncias de sobornos de la constructora Odebrecht, lo que abre las puertas para nuevos juicios por delitos más graves.
Tan pronto como se conoció la sentencia, el Presidente de la Asamblea convocó al CAL para que decida sobre el juicio político al Segundo Mandatario, buscado por legisladores de oposición el 8 de noviembre.
El lunes el Contralor General notificó al superintendente de Comunicación, Carlos Ochoa, con la predeterminación de dos glosas por 122.185 dólares y una multa de 7.520 dólares y la destitución del cargo, por presuntas irregularidades en el desempeño de las funciones de Director de Noticias del canal Gamanoticias entre el 2010 y el 2013. Ochoa ha manifestado que demostrará con documentos que no ha existido ninguna irregularidad en sus actos.
El martes, el Superintendente de Comunicación impuso una nueva sanción a Teleamazonas: una multa del 10% de la facturación del último trimestre, equivalente a 180.000 dólares, aproximadamente, por negarse a difundir un video pregrabado como réplica a las declaraciones de una asambleísta.
El lunes renunció el Secretario de la Presidencia, el nicaragüense Eduardo Mangas, tras la filtración de un audio, en el que constan declaraciones comprometedoras para el Régimen. Al día siguiente también renunció Iván Espinel, ministro de Inclusión Económica y Social, quien está acusado por la Contraloría de irregularidades en el desempeño de la Dirección Provincial del IESS en Guayas y el mismo día el presidente Moreno nombró Presidente del IESS a Jaime Garzón en reemplazo de Richard Espinosa, contra quien, así mismo, pesaba la orden de destitución impartida por la Contraloría por la eliminación de la deuda millonaria del Estado a ese organismo. Contra los tres ex funcionarios surgieron fuertes presiones de diversos sectores políticos y ciudadanos.
A todo esto se suman la denuncia que hiciera el domingo 10 el programa televisivo Visión 360 sobre el abandono de centenares de patrulleros sin uso en un terreno baldío de la Policía; la denuncia de grave perjuicio en la preventa del petróleo a China y Tailandia; la corrupción detectada en la Agencia Nacional de Tránsito y otras atrocidades que corroboran la aseveración del Presidente de la República que en muchos organismos públicos brota pus donde se aplica un dedo…