Por concepto, los países no deben restringir importaciones, pues las mismas son uno de los motores del crecimiento económico. Así mismo, contrario a lo que algunos piensan, las importaciones de bienes de consumo son muy importantes, pues alguien compra y alguien vende, lo que implica transaccionalidad económica y empleo. No se diga las importaciones de bienes de capital y materias primas.
Con el argumento de mejorar la balanza comercial y promover la industria nacional se han restringido importaciones, todo ello dentro del marco del renombrado cambio a la matriz productiva. No se niega la necesidad de exportar mayor valor agregado y de construir megaproyectos como hidroeléctricas, se trata de promover la gestión en esa dirección sin destruir otros elementos de la economía.
Los años 2011, 2012 y 2013 arrojaron saldos negativos de la balanza comercial de USD 830 millones, USD 441 millones y USD 1 091 millones, respectivamente. Para el período enero–julio de este año el saldo fue positivo en USD 606 millones frente a un déficit de USD 849 millones en esos mismos meses del 2013 y un saldo a favor de USD 205 millones entre enero y julio del 2012. Sin embargo, la estructura de ese superávit muestra que las exportaciones totales crecen 9.3% anual y dentro de ellas las no tradicionales aumentan en 7.7% anual, las tradicionales crecen 26.4% anual y las petroleras se incrementan en 3.8% anual.Las importaciones totales decrecen tan solo en 0.9% anual, destacándose la caída de las importaciones de bienes de capital en 6.9% anual, materias primas 0.9% anual, combustibles y lubricantes caen 8.9% anual y bienes de consumo, que sería la partida más restringida, se reduce en 3.3% anual. Estos números dicen claramente que la mejora de la balanza comercial es porque las exportaciones aumentan en mucha mayor proporción que la caída de las importaciones. Gracias a que aumentaron precios de productos de exportación como el camarón que se duplicó, se pudo reducir la brecha comercial. La reducción de las importaciones de bienes de consumo no llega a los USD 100 millones para estos primeros 7 meses.
Un saldo negativo de la balanza comercial no es necesariamente malo. Si este responde a un incremento de importaciones que respaldan un alto crecimiento económico y si las políticas del Gobierno han promovido montos importantes de inversión extranjera, se puede financiar sin problema el desbalance comercial sin provocar impactos negativos como el desempleo que resulta en empresas de importación sujetas a estas limitaciones. Los gobiernos deben promover exportaciones vía acuerdos comerciales, a través de atraer inversión externa que promueva estas exportaciones, dando señales positivas para que exista el financiamiento privado suficiente, antes que buscar limitar el crecimiento prohibiendo la compra de bienes y servicios del exterior.