Organizaciones internacionales critican la decisión de Estados Unidos de recortar más de la mitad de su contribución a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa) para este año.
Washington anunció la tercera semana de este mes que no aportará los USD 65 millones, de los 125 millones previstos para la agencia en 2018.
La Unrwa atiende a unos cinco millones de refugiados a quienes entrega educación, salud, servicios sociales y asistencia de emergencia en distintos países de Oriente Medio.
Como Estados Unidos era el mayor contribuyente de laUnrwa, con USD 350 millones en 2017, ahora la agencia deberá hacer frente a su mayor crisis financiera.
El ex subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Jan Egeland, actual secretario general del Consejo Noruego para Refugiados, señaló que el recorte de fondos tendrá consecuencias devastadoras para niñas y niños refugiados palestinos vulnerables cuya educación, por ejemplo, depende de la agencia. La Unrwa ofrece educación a más de medio millón de niños y niñas palestinos en 700 escuelas y gestiona más de nueve millones de pacientes refugiados que visitan unas 140 clínicas.
La subdirectora de Human Rights Watch en la ONU, Akshaya Kumar, señaló que muchos refugiados palestinos son pobres, incluidos la mayoría de los que viven en Siria, que sobreviven gracias a la asistencia humanitaria.
El gobierno de Trump dijo que la decisión es una forma de presionar para que la agencia realice reformas no especificadas. Y la portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Heather Nauert, aclaró que la decisión no busca presionar a que los palestinos participen en negociaciones.
Sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump dejó entrever otros motivos en numerosos tuits en las semanas previas a conocerse su decisión.
“Le pagamos a los palestinos cientos de millones de dólares al año y no recibimos aprecio ni respeto… los palestinos ya no están dispuestos a hablar de paz, ¿porque tenemos que hacer esos pagos enormes en el futuro?”.
Kumar subrayó que la Unrwa es una agencia humanitaria, y no forma parte del proceso de paz.
“El gobierno parece apuntar a tenerlos de rehén, en definitiva castigando a los refugiados palestinos vulnerables, como forma indirecta de presionar a que la Autoridad Nacional Palestina se una a las conversaciones de paz”, analizó.
El jefe de la delegación de la Organización para la Liberación Palestina en Estados Unidos, Husam Zomlot, coincidió al declarar que el acceso de los refugiados a servicios humanitarios básicos “no es objeto de negociación, sino una obligación internacional y de Estados Unidos”.