Basta revisar los informes y reportes oficiales –no declaraciones, discursos ni propaganda- para establecer el fracaso de la telefonía pública, fija y móvil, y una parte del sistema de telecomunicaciones, cuya responsabilidad recae en la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT). Basta comparar el Plan Nacional de Conectividad, aprobado el 4 de agosto del 2008 y presentado al Ejecutivo, y los resultados reales reportados a la Superintendencia de Telecomunicaciones.
¿Quién paga el fracaso de una empresa pública? En el caso de la CNT, reflejado en las reiteradas sanciones con multas a cargo de la Supertel, que en los dos últimos años ha emitido decenas de resoluciones, muchas de ellas por reincidir en las fallas. Solo por muestreo, el 2010 recibió 14 sanciones y 9 en lo que va del 2011, que suman 217 458 dólares. ¿Esto es meritocracia o ineficiencia alcahueteada? Paga el pueblo, a vista y paciencia de la Contraloría del Estado, llamada a precautelar los recursos públicos, a indagar y pronunciarse oportunamente. Allí está la información oficial.
Según el plan y los datos entregados a la Supertel, se ofreció aumentar en la telefonía fija 735 mil líneas y se reportaron 148 717, es decir el 20,23% de la meta establecida (esto en el sector privado significaba el inmediato cambio de administración). En la telefonía móvil (Telecsa, que en lugar de Alegro debe dar tristeza) se ofreció incrementar a un millón y medio de usuarios y se llegó a 301 576, esto es el 20,1% de la meta. Hasta el 2006 había crecido hasta 354 849 usuarios y en la nueva administración no solo que no subió sino que decreció en más de 50 mil líneas. Se puede argumentar que es difícil competir con las dos operadoras privadas gigantes (que tienen mejor cobertura) pero entonces eso se debió prever para no seguir con pérdidas para el Estado. ¿Qué pasa con el lucro cesante en las líneas de conmutación y de planta externa y las cuentas pendientes de comercialización? ¿Qué pasó con las grandes inversiones y los contratos millonarios otorgados a uno solo o a varios proveedores?
El reclamo de abonados por problemas en el cobro excesivo en la telefonía fija; en Zamora Chinchipe sin emitir factura por los rubros cobrados (oficio 2302), a través del BNF y una cooperativa. Por ello, el Superintendente, tras argumentar sus atribuciones legales que había cuestionado el gerente de la CNT, dispuso la suspensión de cobros y negociación de deudas del período abril 2009 – marzo 2011.
Esta es solo parte de la realidad de crisis en un sector de telecomunicaciones en un momento en el que se pretende tramitar y aprobar el proyecto de ley, que ha recibido múltiples cuestionamientos de diferentes expertos técnicos y del propio sector oficial, incluidos el Presidente de la Asamblea y asesores legislativos.