Oposición sin rumbo

Si el sábado 10 el país se acostó un poco aturdido con el nombramiento del ministro Jorge Glas como compañero de fórmula del candidato-presidente Rafael Correa, era porque todavía no tenía idea de las sorpresas vicepresidenciales que le iba a deparar la semana.

Tanto así, que ni siquiera ha habido mucho tiempo para analizar el trasfondo de la decisión del líder de AP de elegir a un personaje que no obedece ni al equilibrio regional ni al equilibrio de género y que tampoco será figura en el área social, como el vicepresidente Lenín Moreno.

Correa podía seguir contando en su posible tercer mandato con el aporte de su funcionario de gran confianza sin necesidad de ponerlo en la Vicepresidencia, lo cual da pie para especular que quiere ahí a alguien muy confiable y que no descuelle políticamente como Moreno. Pero por ahora solo queda claro que el Presidente se dio el lujo de tomar una decisión que no alteró la balanza electoral que juega a su favor. Él hace lo que cree que debe hacer, o lo que quiere hacer, y la oposición se encarga del resto.

El ex alcalde Auki Tituaña, escogido por Guillermo Lasso como candidato vicepresidencial, renunció a la designación. Parece que terminó aceptando las inaceptables críticas a su participación política por fuera de la línea indigenista. Al hacerlo, desacomodó los planes de Creo y produjo un efecto dominó.

El reacomodo de Juan Carlos Solines como candidato vicepresidencial de Lasso provocó un temblor en Concertación y afectó su alianza con SUMA, pero dejó en evidencia la debilidad de los acuerdos de un sector de la oposición. Mauricio Rodas completó su binomio con Inés Manzano, quien aceptó, de entrada, la posibilidad de votar en la segunda vuelta por Rafael Correa...

No dejan de ser llamativas las candidaturas vicepresidenciales de Pearl Ann Boyes, para acompañar al ex presidente Lucio Gutiérrez, y de Anabella Azín, que volverá a estar en la papeleta con su esposo Álvaro Noboa. Junto a binomios coherentes ideológicamente como los conformados por Alberto Acosta y Marcia Caicedo y por Norman Wray y Ángela Mendoza, el ex presidente exiliado Abdalá Bucaram intentará ser inscrito como el octavo binomio con Dennis Cevallos.

La oposición vuelve a ir fragmentada y sin estrategia. Ni para captar la Presidencia de la República ni para tratar de alcanzar un objetivo más concreto como copar la Asamblea. Pero nadie aprende en cabeza ajena, y pasará un tiempo para que se produzcan acciones más lúcidas y menos personalistas.

Todo juega a favor del Gobierno que, luego de haberse apropiado sistemáticamente de la institucionalidad, avanza a paso rápido para terminar de tomarse la cultura, como quedó claro en la actual Feria del Libro; y no contento con su gran poder mediático ya se anima a proponer que el ejercicio de la libertad de expresión esté en manos del Estado.

Suplementos digitales