El Gobierno no logró hacerlo en nueve años, y ahora quiere acelerar el proceso para asegurar que este año se concrete el acuerdo con la Unión Europea (UE). La próxima semana, el titular de Comercio Exterior mantendrá nuevas reuniones en Bruselas, para desbloquear los temas complejos, agravados con la extensión de la aplicación de salvaguardias. Ese mercado es el principal destino para las exportaciones no petroleras y allí las pymes son las más beneficiadas.
Más de 1 400 empresas de todo tamaño participan en las exportaciones hacia la UE, de las cuales más del 60% corresponden al segmento de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). Para estos emprendimientos, el mercado europeo es de gran importancia. De acuerdo con datos de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), en el caso de las microempresas, ese bloque representa un 47%; para la pymes, 46% y las personas naturales, 44%.
Entre los productos exportados por las mipymes se destaca el segmento de alimentos y bebidas, puesto que alrededor del 60% de sus exportaciones hacia la UE corresponden al segmento de frutas, legumbres y plantas; 19% a productos de cacao, café y té; 15% a pescado y sus productos, mientras que el restante 6% abarca otros productos, la mayoría de ellos del ámbito no alimenticio. Entre estos se destacan artículos textiles, productos de madera y papel, bebidas espirituosas y tabaco, productos agropecuarios, productos de cuero, entre los principales.
Si no se logra concretar el acuerdo con la UE, las afectaciones que se podrían generar recaen principalmente en el empleo, tomando en cuenta que las mipymes son intensivas en la generación de mano de obra en Ecuador.
El plazo final para concretar el acuerdo sería hasta diciembre próximo. Si no se logra un resultado positivo, desde el 1 de enero los productos ecuatorianos -para ingresar a ese mercado- deberán pagar un arancel. Para las mipymes será difícil hacerlo y será uno de los perdedores de la cacareada década ganada.