Mensaje al Sr. Ministro de Cultura

Por enésima vez, coyunturas no han faltado, voy a tratar de la necesidad que nuestro país tiene de contar con una Biblioteca Nacional de Autores Ecuatorianos. La actual Biblioteca Nacional Eugenio Espejo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión no resiste la menor comparación con la de Madrid o Buenos Aires, Bogotá o Lima. En ciencias y en letras, desactualizada, que da grima.

Que sin voluntad política los recursos siempre han sido magros para empresas de tal envergadura, es parte de la verdad. Quienes se empeñan en España, Argentina, Colombia y Perú, etc. en mantener como política de Estado sus magníficas bibliotecas nacionales, lo hacen a sabiendas que por vía electrónica uno puede hallar información sobre todos los campos del conocimiento (hasta cierto punto). En nuestra modernidad, el libro y la biblioteca tradicional continúan teniendo vigencia. Valga un ejemplo: la Biblioteca Nacional de Ciencias de la Salud de EE.UU.

Como en otros campos nos hemos ido quedando atrás. Al presente ni soñar en una biblioteca nacional como las citadas. Nos queda el recurso de que lo mejor es lo posible, lo que puede realizarse ya y bien. Una regla de oro con la que algunos países van saliendo del subdesarrollo, en todos los órdenes.

Lo posible: la creación de la Biblioteca Nacional de Autores Ecuatorianos. La coyuntura: el desmantelamiento de la actual Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, en razón de que los magníficos espacios que ocupa serán el marco apropiado para la realización de la Conferencia de la ONU, Hábitat III, que tendrá lugar en Quito en octubre próximo.

Bien podría corresponderle al actual ministro de Cultura y Patrimonio, Dr. Raúl Vallejo, la decisión histórica de proporcionar al país un espacio en el que se halle nuestra memoria escrita. En humanidades y en ciencias. Autores ecuatorianos y extranjeros que estudiaron nuestro país. Relatos de los viajeros que nos visitaron. Opiniones críticas sobre nuestra producción literaria y científica por expertos nacionales y extranjeros. Adquisición de libros y artículos de autores ecuatorianos publicados en el exterior. Es decir, una actividad enorme. Un esfuerzo que mantenido en el tiempo les proporcionaría a los estudiosos el material con el cual irían definiendo nuestra identidad. Llegaríamos al convencimiento que somos un pueblo de cultura mestiza. “Dos medias verdades no hacen una verdad y dos medias culturas no hacen una cultura” (Arthur Koestler, humanista). Así descubriríamos la razón que tuvo Benjamín Carrión para crear la Casa de la Cultura Ecuatoriana y no la Casa de las Culturas Ecuatorianas.

¿Ministerio de Cultura y Patrimonio? No hay patrimonio más auténtico, fidedigno, de la cultura de un país que lo que sus hombres escribieron. El señor ministro Vallejo, escritor, tiene la palabra.

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