Federica Mogherini* / Miguel Arias Cañete**
Columnistas invitados
La firma del Acuerdo de París en Nueva York constituía un hito y un importante paso en la aplicación del primer acuerdo mundial sobre el clima.
En el período previo a la conferencia de París, la Unión Europea movilizó su red de 3 000 delegaciones y embajadas de Estados miembros. Nuestra diplomacia creó una red de alianzas con 79 países de África, el Caribe y el Pacífico. Dialogamos con grandes potencias y con países en desarrollo. Este diálogo con los países socios, población en general, mundo empresarial y organizaciones de la sociedad civil ha ayudado a crear una coalición para combatir el cambio climático: cooperar por el bien de Europa y de todo el mundo.
Necesitaremos ayudarnos recíprocamente para mantenernos en la vía de la transición mundial hacia las energías limpias y así limitar el calentamiento mundial por debajo de los 2°C y el aumento de las temperaturas a 1,5°C.
Las repercusiones del cambio climático amenazan vidas y desestabilizan regiones enteras. La desertificación y la sequía provocan movimientos masivos de personas, propagan epidemias y provocan conflictos por el control de los recursos. El cambio climático ya es un problema de política exterior que afecta nuestra seguridad.
Afrontar esta amenaza mundial debe seguir siendo una tarea fundamental en la actuación exterior europea. Abordar los efectos directos e indirectos del cambio climático será un aspecto importante de la nueva estrategia global de la UE en materia de política exterior y de seguridad que se presentará al Consejo Europeo este junio.
Nuestras estrategias en materia de cambio climático, desarrollo, ayuda humanitaria y consolidación de la paz deben integrarse de manera más sólida. Todas nuestras políticas deben tener en cuenta lo relacionado con el cambio climático, como sugiere la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las NN.UU. Programas nacionales de adaptación al cambio climático podrían fomentar los beneficios colaterales con otros ámbitos, como la salud y el desarrollo económico.
Nuestra prioridad ahora es avanzar hacia una pronta ratificación y entrada en vigor del Acuerdo de París, enviando una importante señal al mundo: los gobiernos europeos toman en serio el cambio climático y pondrán en práctica lo acordado sobre el papel.
Apoyaremos a nuestros socios y seguiremos dialogando con otras partes no estatales, como empresas, ciudades y otras muchas. Todos han de desempeñar su papel en el esfuerzo mundial en el futuro. Es hora de poner manos a la obra en la difícil tarea de cumplir las promesas de París. Nuestra Unión seguirá guiando el camino hacia un planeta más ecológico y seguro.
* Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores
** Comisario de Cambio Climático y Energía de la Unión Europea