Taxímetros adulterados

Hace 8 días, en una reunión de varias organizaciones sociales, circuló un rumor sobre un anuncio público que estos días realizaría el Alcalde de Quito sobre la subida de los pasajes. Estas voces presagiaban (afirmando que venían de buena fuente), que se proclamaría una subida de los pasajes a más de 40 centavos. Muchos en la reunión cruzaron miradas de sorpresa y alguien se atrevió a comentar que se avecinaba el declive del Alcalde y un incendio social.

En efecto, hacer un anuncio de esa naturaleza en Quito, en un tema extremadamente explosivo, que más de una vez encendió la ciudad y que arrasó con gobiernos, era sin duda activar una bomba que no solo resquebrajaría la imagen del Alcalde, sino que desataría un incontrolable aumento de precios, que en las actuales y frágiles circunstancias de baja del petróleo, hubiera cuarteado la nave de la dolarización arrastrándonos a todos al fondo de una crisis. A todos y todas, incluso, y en primera fila, al vecino de enfrente del Alcalde, que también hubiera recibido los coletazos de una protesta social inevitable, la que además se encuentra represada.

Mas el anuncio del alcalde realizado en estos días fue tranquilizador. Se mantienen los precios de los pasajes a cambio de compensaciones que recibirían los transportistas por mejoras en el servicio. Sin duda una buena noticia producto de un acuerdo entre varios actores de la ciudad, entre los que están los estudiantes y los choferes. Esto le afianza al alcalde Rodas y a todos nos da una tregua tranquilizadora, a todos, también al vecino de enfrente del Alcalde.

Hemos comprado tiempo para asumir con seriedad un problema mayúsculo, que empezando por los pasajes, debería llevar a Quito a enfrentar el complejo sistema y modelo de transporte público masivo de una ciudad colapsada con tantos vehículos. Realmente no sé cómo los transportistas van a responder con calidad a las compensaciones, si el 100% de los buses que circulan son un atentado contra los usuarios y contra los propios choferes. Quien se sube en esos buses sabe lo que es viajar en esas máquinas cuyo diseño antihumano se ensaña sobre todo con niños, embarazadas y ancianos, que arriesgan su vida todos los días.

Siendo bueno, el anuncio del Alcalde es parcial. ¿Qué pasa con los taxis? Mientras se llevan a cabo las negociaciones, por lo bajo, cada vez más taxistas se han hecho “justicia por propia mano” en perjuicio del usuario. Por arte de magia en estos días más y más taxis tienen dañado el taxímetro y quieren cobrar lo que les da la gana.

Y en otros casos es peor, cientos de taxímetros podrían estar adulterados: por un recorrido (sin congestión) que antes costaba USD 1,50, ahora marca entre USD 2,50 o 3,00, configurándose un verdadero robo. Bien por el diálogo. Firmeza con los vivarachos.

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