Al finalizar el partido de fútbol entre las selecciones de Ecuador y Venezuela circuló la noticia del fallecimiento de Sixto Durán-Ballén.
Murió en paz y con su cabeza lúcida a los 95 años. La primera imagen que se vino a mi mente fue la Del partido inaugural, contra la misma Venezuela, en la Copa América durante su mandato. El Presidente, con su puro encendido, en el Estadio Atahualpa.
Luego recordé su paso por la calle 6 de Diciembre, en un auto color azul claro, de fabricación americana, como se usaba en aquella época. El Alcalde saludaba por la ventana con una sonrisa. También llegaron los sonidos de antes, una tarde – noche de junio de 1970 cuando anunciaban por la radio ( Radio Quito, sería con seguridad) que Sixto Durán, del Partido Socialcristiano(PSC) había ganado la Alcaldía de Quito. Sus obras son su legado.
Don Sixto contó en el Programa el Personaje en Radio Quito (2010) que antes estuvo junto al Presidente Galo Plaza Lasso en la reconstrucción tras el terremoto de Ambato. Luego fue ministros del Presidente Camilo Ponce Enríquez, fundador del PSC.
En 1978, en el retorno a los gobiernos civiles el candidato del PSC y de un amplio frente era uno de los preferidos. La sorpresa la dio Jaime Roldós Aguilera, de CFP.
El largo lapso entre la primera y la segunda vuelta – con asesinato de Abdón Calderón Muñoz, incluido – dio espacio para especular si habría o no elecciones, si habría o no ‘retorno’. Don Sixto dio un paso adelante y pese a saberse casi derrotado mantuvo su candidatura presidencial y con ella dio una lección cívica. Volvió a terciar por el PSC en una contienda más en 1984. Luego, distanciado de León Febres Cordero – de quien había sido ministro de Vivienda -, fundó su propio partido PUR (Unidad Republicana) y fue candidato ganador frente a Jaime Nebot. Alberto Dahik, entonces al frente del Partido Conservador, fue su compañero de fórmula y a él confió don Sixto el manejo delicado de la economía.
En 1991 el Presidente Rodrigo Borja sostuvo un primer acercamiento con el Presidente peruano Alberto Fujimori. En diciembre de 1992 Durán Ballén recibió en su preferida Bahía de Caráquez a Fujimori.
En 1995 sobrevino otro conflicto bélico con el Perú. Un manejo profesional de las Fuerzas Armadas, una cuidada estrategia diplomática, una acción de comunicación responsable y una firme conducción política del Presidente, confluyeron. Aquella frase, tan repetida estos días, ‘ni un paso atrás’, quedó para la historia. Entonces el Presidente fue factor clave para reunir en el Palacio de Carondelet a los ex presidentes, más allá de diferencias políticas.
Don Sixto fue un melómano consumado, su programa de Radio Bolívar, Música Olvidada, reponía obras del repertorio universal desconocidas. La colección fue donada hace poco a la Universidad Andina.
Durán Ballén fue tolerante a las duras críticas que le formulamos y abierto al diálogo con los medios, su presencia en la vida nacional marcó casi medio siglo de historia.