Hace años recortaba títulos, exclamaciones, curiosidades idiomáticas y de toda índole que venían en la prensa cotidiana. Vayamos junto a ese universo de papel.
¡El despliegue retórico de los partes mortuorios y hasta el de los nombres que, cuando vivos, ostentaban algunos muertos!: don Olímpico, doña Undécima, doña Córdula, – -todos esdrújulos –; y el apoteósico doña Segunda Victoria. ¿Quién, de qué género, habrá sido la Primera?
Vayan, limpias por el tiempo, muestras del anunciado registro (la puntuación y el género son los del original, ¡no faltaría más!).
“Como corresponde a las tres elementales virtudes previas cardinales: amor, amistad y gratitud, más aún, como cristal de roca transparente, nuestra modesta –pero sincera amistad para el árbol frondoso genealógico que reviste honor para la alta sociedad de nuestro país –desde su estatura destacada –moral – social –ético a partir de genes – mis hermanos espirituales que duermen ya en la paz del señor (aquí, los nombres de los ‘hermanos espirituales’) la familia NN expresa su profundo dolor a sus sobrinos espirituales”. (Todo, sin un ápice de aporte de nuestra parte).
Un anuncio utilísimo: “Un sepelio sin plan exequial cuesta entre 800 y 1000 dólares el más económico. Otro con coristas y serenata, entre dos mil y dos mil quinientos”. Así que para entonces estar de humor, ya sabemos qué sepelio contratar…
Y pues en esto de escribir tiene gran parte el diseño, procuraré describir el del siguiente parte mortuorio: “Todo se pasa / Dios no se muda / quien a Dios tiene / nada le falta/ solo Dios basta”. La autora de estos conocidos versos es Santa Teresa de Ávila. El autor del parte quiso poner, como correspondía, el nombre de la santa luego del verso, en letra pequeñita, pero el diseñador escribió en el centro del parte, en letra grande y en el lugar preciso del nombre del difunto, “Santa Teresa de Jesús”, y abajo: “Hace un año dejó esta vida terrena para ir al encuentro de su padre Dios”; y aunque aun más abajo venía el nombre del difunto real, juro que Santa Teresa dejó de existir, para muchísimos lectores, hace un año y unos pocos días.
Un titulito de hace fu, del diario de la tarde para contrarrestar con la vida, tanta muerte.: “Casas de cita siguen en el aire”.
¿Sabía usted del afán del Gobierno, por “crear una cédula que no sea falsificada”? O sea que hasta que lo consiga…, todos en el aire, como las citadas casas.
De la publicidad del vendedor de bicicletas: “Pasear en bicicleta fortalece los muslos superiores de las piernas”. ¿Cuáles son, para él, los muslos inferiores?, ¿las pantorrillas? Y que llame a las manos ‘pies superiores’ o, a los pies, ‘manos inferiores’, porque en este mundo cruel, todo puede suceder. Finalmente, sepamos que “no hay que matarse para estar en forma”: si usted quiere estar hermoso/a, no se suicide antes…