Ecuador continúa sin definiciones que marquen el derrotero de su recuperación económica. La falta de mensajes claros relativos al rol del sector privado dentro de la política económica del Gobierno produce incertidumbre y preocupación.
El diseño e implementación de una política comercial es urgente, a fin de convertirla en una de las principales herramientas para la reactivación económica y la generación de confianza para presentes y futuras inversiones. La correcta inserción en mercados globales, con una estratégica y selectiva integración comercial, logrará efectos positivos en el incremento de exportaciones y la atracción de inversión nacional y extranjera; dos de los factores claves para fortalecer una economía dolarizada.
Hay que olvidarnos y dejar atrás a la década perdida, y con ella las novelerías de acuerdos comerciales como el ALBA que solamente respondieron a pujos ideológicos sin ninguna trascendencia, y peor un aporte real al crecimiento económico y la generación de empleo. Por el contrario, debemos concentrarnos en participar en proyectos de integración comercial que representen oportunidades de incremento de exportación, transferencia tecnológica e inversión.
La Alianza del Pacífico es un ambicioso y exitoso proceso de integración económica constituida hace cinco años por Chile, Colombia, Perú y México. Representa el 41 por ciento del PIB de América Latina y el 55 por ciento del comercio exterior de la región. Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Singapur son candidatos a Estados asociados al proyecto, que aportan 70 millones de personas al consumo con alto poder adquisitivo.
Los cuatro países miembros de la Alianza son en conjunto la octava economía más grande del mundo, y buscan profundizar su presencia comercial especialmente en la región Asia-Pacífico. Según el estudio Doing Business 2017, se ubican en los primeros lugares de la región en facilidad de hacer negocios, por lo que son muy atractivos para la inversión y consiguiente círculo virtuoso en el empleo productivo y generación de divisas.
Actualmente Ecuador tiene libre comercio con Perú y Colombia en el marco de la CAN, y con Chile por el Acuerdo de Complementación Económica vigente. Lo anotado facilitará el ingreso del país a la Alianza del Pacífico y el eventual aprovechamiento de un sistema favorable de “reglas de origen”, que incrementará significativamente nuestras exportaciones a la región y nos dará una importante presencia comercial en el mercado internacional, especialmente del Asia-Pacífico.
Los resultados del diálogo público-privado deben concretarse y ser efectivos. Una tardía o inexiste decisión que facilite la apertura de mercados, más exportación e inversión, puede significar que la economía ecuatoriana pague una factura elevada, perjudicando a la población, de manera especial a los sectores de menores recursos.