¿Qué es lo que más nos perturba de Trump? La pregunta me parece válida porque hay escándalos para hacerse ñato. Este personaje propone construir un muro en la frontera sur para controlar los flujos de personas; sin embargo, él mismo empleó inmigrantes ilegales poloneses para construir su célebre torre en Manhattan. Este paladín pontifica contra las empresas americanas que deslocalizan su producción fuera de EE.UU. y promete ejemplares sanciones; pero Trump fabrica sus corbatas, sweaters y demás prendas de su línea en China. Vende la idea que es un fabuloso creador de riqueza, que trasladará esa brillantez a la economía estadounidense; no obstante, su carrera arrancó con una ayuda financiera que a valor presente equivaldría a USD 31 millones de su padre (quien además lo ayudó con contactos, proveedores, apoyo logístico, etc). Ha orquestado su campaña entera sobre su imagen de empresario modelo; desvergonzadamente, puesto que ha quebrado múltiples veces y sus empresas han sido objeto de nada menos que 3 500 demandas (de las cuales 75 –incluyendo procesos por fraude, entre otras causas criminales– están todavía por resolverse).
Para convencer a las masas conservadoras se ha vendido como el más ferviente religioso; no obstante, no ha sido capaz de nombrar un solo pasaje de la biblia y ha demostrado desconocer premisas elementales de su credo. Denuncia estridentemente la falta de honradez de los políticos tradicionales; pero se ha comprobado que ha utilizado fondos de su campaña para realizar lucrativos contratos con sus propias empresas. Ha atacado a la falta de escrúpulos de las clases pudientes, achacando su falta de solidaridad y pretendiendo ponerse del lado de los más desfavorecidos; hipócritamente, puesto que su fundación caritativa recababa fondos de otros donantes y los utilizaba para comprarse regalos para él y su familia, y para contratar servicios a sus propias empresas. Ha declarado “nadie respeta a las mujeres más que yo”; pero los medios circularon una y otra vez el video donde se jacta de tocar a las mujeres sin su consentimiento.
Este espacio no alcanza, ni remotamente, para enumerar todos los motivos que pueden estremecernos. Precisamente, la biblioteca de obras que denuncia los derrapes del personaje es más que vasta y existe desde hace mucho antes de la candidatura a la presidencia.
Pero, no es él lo que me tiene escandalizado, truanes hay en todas partes. Es el fenómeno que llevó a que la gente lo elija como máximo líder. Lo que me repugna es el engañoso mercadeo político, destinado a engañar y a hacer del voto un acto de consumo masivo. Los estadounidenses han votado por Trump, de manera aterradoramente similar me temo a la que nosotros podríamos volver a votar por la Revolución.