Espejo, un adelantado

Sabemos que Eugenio de Santa Cruz y Espejo fue un médico de finales de Época Colonial que se destacó por su enorme conocimiento y por estar al día en las más avanzadas teorías europeas. Como pensador y periodista, sus ideas fueron pioneras. Fue un precursor de nuestra independencia.

Un libro de Jaime Breilh Paz y Miño va más allá y presenta a Espejo como un adelantado en la ciencia mundial y un pensador crítico de la sociedad en que vivió, no solo desde sus concepciones sociales y filosóficas, sino desde sus posturas sobre la salud y la enfermedad. Se trata de “Espejo, adelantado de la ciencia crítica, Una ‘antihistoria’ de sus ideas en salud”, publicado por la Universidad Andina Simón Bolívar Sede Ecuador y La Corporación Editora Nacional en su Biblioteca Ecuatoriana de Ciencias.

Plutarco Naranjo decía: “El doctor Jaime Breilh, uno de los más destacados científicos del país”. Un texto de Naranjo en la presentación de este nuevo libro junto con uno de Germán Rodas. Ambos orientan muy correctamente su lectura.Ya se había destacado antes, incluso por el propio Plutarco Naranjo, la dimensión social de la obra médica de Espejo. Pero Breilh añade que el precursor, como especialista en epidemias, no solo hizo avances clínicos, equiparables y aún más originales que los europeos, sino que ubicó el problema de la salud en el marco de una sociedad en que los pobres estaban más expuestos a la enfermedad. Dicho de otra manera, hay determinantes sociales que provocan e inciden en la epidemiología, que debemos entender para no perpetuar errores.Jaime Breilh afirma que al ver la relación salud-sociedad, Espejo no solo buscaba una raíz profunda de las patologías sino que descubría una realidad social desde una radical postura crítica en donde la economía y los “modos de vida” tenían un papel central. Desde ese punto de vista, se lo puede ver no solo como periodista y escritor, sino como un pensador contrahegemónico integral.A propósito de Espejo y su obra, Breilh traza un panorama general de la historia de la salud en el Ecuador, especialmente de su dimensión social y epidemiológica. Distingue los diversos períodos y etapas, poniendo especial énfasis en aquellos momentos en que los más notables pensadores médicos destacaron la presencia de los determinantes sociales de la salud. Ensaya, incluso, algunas periodizaciones que, debidamente analizadas y contrastadas con la realidad, serán referentes de trabajos posteriores. Esa será una de las tareas del Taller de Historia de la Medicina en que se presentó un texto que el libro publica.

Pero quizá el aporte más destacado de la obra es ubicar a Espejo como un referente para nuestro aquí y ahora, cuando ya en América Latina se abre paso una visión social de la salud que va más allá de lo médico asistencialista.

Suplementos digitales