La prueba dura e inmediata que tiene el presidente Moreno está en la conformación y envío a la Asamblea de las ternas para integrar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio. No solo porque de su propuesta se integrará adecuadamente o no ese Consejo que debe examinar la conducta de quienes fueron nombrados por el que acaba de fenecer, sino porque debe organizar los concursos para integrar organismos como el Consejo Nacional Electoral, cuya integración plural es indispensable, y para nombrar al Procurador del Estado y al Contralor, en un proceso que inicie la reinstitucionalización del Ecuador. Y luchar contra la corrupción en serio, lo que no se hizo en diez años.
Pero también será la señal que da el Presidente sobre la orientación que dará a su Gobierno, que inicia, después de la Consulta, el ejercicio del poder más libre de ataduras y amenazas. El ha ofrecido que esas ternas estarán integradas por personas de reconocida solvencia, trayectoria e independencia, lo que implica no satanizar a quienes han actuado publica y honradamente en el pasado. Para que así sea, debe prescindir de afectos y desafectos, de compromisos partidistas y presiones que vendrán de todo lado. De Alianza País, de los disidentes, de grupos empresariales, de partidos políticos aliados y opositores. Los nombres deben también eludir los chantajes que pueden pretenderse por la necesidad de los votos en la Asamblea. Para que el proceso sea exitoso se requiere también, por supuesto, que los asambleístas de todos los sectores actúen con elemental responsabilidad y patriotismo, prefiriendo el acierto en la integración del Consejo de Participación, que no la ventaja circunstancial que pueden alcanzar por su voto. Todos los ecuatorianos esperamos que así suceda.
El Presidente ha solicitado que sugieran nombres para considerarlos, por lo que, por iniciativa exclusiva y personal, menciono personas de las más diversas actividades, ideología y origen, de intachable trayectoria, servicio al interés público, experiencia e independencia.
Ernesto Albán Gómez, Gabriela Alemán, Milagros Aguirre, José Ayala Lasso, Armando Bermeo, Adrián Bonilla, Francisco Borja, Juan Carlos Calderón, Gonzalo Callejas, Luz Elena Coloma, Alfredo Corral Borrero, Fabián Corral, Fander Falconí, Myriam Garcés, Esperanza Martínez, Marcelo Merlo, Oswaldo Molestina, Karla Morales, César Montúfar, Alfredo Ortega, Nina Pacari, Abelardo Pachano, Carlos Pallares, Enrique Pita, Antonio Rodríguez, Juan Sebastián Roldán, Santiago Roldós, Francisco Rosales, Fernando Sempértegui, Walter Spurrier, Christian Zurita, reúnen atributos éticos. Sabios unos, jóvenes otros, han observado independencia en distintas funciones desempeñadas, tanto públicas como privadas, en ministerios de Estado, Corte Suprema de Justicia, Contraloría, entidades académicas y gremiales, letras y cultura y causas justas, que les permiten representar a la ciudadanía en su variada y amplia expresión.