El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, criticó las prácticas selectivas de los Estados miembros en materia de derechos humanos, al defender unos y violar otros abiertamente, quizás para satisfacer sus propios intereses nacionales o políticos.
Aunque ratificaron la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como forma de reafirmar su compromiso con los derechos humanos fundamentales, hay algunos Estados miembros que, “con una regularidad alarmante”, ignoran y violan los derechos humanos, “a veces a un grado asombroso”, declaró el diplomático y príncipe jordano.
El lunes 2, en la sesión inaugural del Consejo de Derechos Humanos, que sesionará hasta el día 27 en su sede en Ginebra, Zeid criticó a los Estados miembros que basan sus decisiones en “circunstancias excepcionales”, según argumentan. “Eligen entre los derechos”, aseguró, sin identificar a ningún Estado miembro por su nombre.
“Un gobierno apoyará plenamente los derechos humanos de las mujeres y los de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero, pero se resiste a toda sugerencia de que esos derechos se extiendan a los migrantes en situación irregular”, destacó.
“Otro Estado puede cumplir escrupulosamente el derecho a la educación, pero aplastará brutalmente las opiniones políticas opositoras. Un tercer Estado violará de manera integral los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales de su pueblo, pero defiende enérgicamente los ideales de los derechos humanos ante sus pares”, añadió.
“El príncipe Zeid dio en el clavo”, opinó Peggy Hicks, directora mundial de promoción de la organización Human Rights Watch.
Si cada gobierno que profesara su compromiso con los derechos humanos cumpliera su palabra de manera sistemática “tendríamos un mundo muy diferente, y mejor”, observó la activista.
En un giro paradójico que confirmaría el argumento de Zeid, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, criticó el “terrible historial de DD.HH.” de varios países y territorios, incluyendo a Siria, Corea del Norte, Crimea y las fuerzas separatistas de Ucrania.
Pero el jefe de la diplomacia de Washington no condenó la devastación causada por los 50 días de bombardeos de Israel contra los palestinos en Gaza en 2014, ni los ataques con cohetes que Hamas lanzó contra Israel en ese lapso.
Esos bombardeos mataron a 1 976 palestinos en Gaza, entre ellos 1 417 civiles y 459 niños y niñas, según cifras publicadas por la ONU. Del lado israelí murieron 66 personas, incluidos dos soldados. Los palestinos acusaron a Israel de crímenes de guerra y presionan para que la Corte Penal Internacional de La Haya tome medidas en el asunto, algo que cuenta con la firme oposición de Washington.
Zeid dijo que la única medida real del valor de un gobierno no es su lugar en el “ballet solemne de la gran diplomacia”, sino la “medida en que es sensible a las necesidades, y que protege los derechos, de sus nacionales y demás personas que caen bajo su jurisdicción, o sobre las cuales tiene control físico”.
IPS