Dos de las obras de mayor importancia para el desarrollo del país han sido temas de noticias destacadas en estos días: el Ferrocarril Trasandino y el nuevo aeropuerto Mariscal Sucre.
A fines del año que acaba de expirar el presidente Correa inauguró la restauración del Ferrocarril Guayaquil-Quito y sus 22 estaciones, cuya construcción contrató e inició Gabriel García Moreno en 1861 y doce años después inauguró el tramo Yaguachi-Milagro.
Prosiguieron los trabajos los presidentes Ignacio de Veintimilla, José M. Plácido Caamaño y Leonidas Plaza y les dio definitivo impulso Eloy Alfaro, hasta que culminaron en la estación de Chimbacalle, al sur de Quito, el 25 de junio de 1908.
En abril del 2008 el actual Gobierno declaró Patrimonio Cultural a la red ferroviaria, pues, como dijo el Presidente-candidato: “Desguazaron el tren, lo dejaron morir, se robaron locomotoras y rieles y ha sido labor titánica recuperar todo eso…” Ese anciano rejuvenecido constituye ahora un valioso aporte para el desarrollo turístico del país, en especial, de las ciudades y poblaciones que atraviesa alegre y bullicioso y que esperan que también se dé atención al transporte de pasajeros y carga en condiciones ventajosas.
Luego de más de medio siglo de funcionamiento del aeropuerto en el sector ubicado entre la parroquia Cotocollao y el barrio Jipijapa, que al principio era apartado y hora es densamente poblado, el 10 del próximo mes entrará en servicio el nuevo Mariscal Sucre en la meseta de Tababela, a 18 kilómetros al nororiente de la capital. Esta obra tan esperada y cuyo costo asciende a 683 millones de dólares fue entregada al Municipio Metropolitano el 11 de octubre del año pasado y desde entonces no presta ningún servicio ni beneficio.
La decisión de que se construya el nuevo Aeropuerto en Tababela y la adquisición de los terrenos corresponden a la Dirección de Aviación Civil. Luego asumió la Municipalidad de Quito la ejecución de la obra durante la Alcaldía de Paco Moncayo, quien suscribió el contrato con el Gobierno de Canadá en el año 2002 y ejecutó el 70% de los trabajos, que prosiguieron en la Administración de Andrés Vallejo y culminaron en el período de Augusto Barrera.
Luego de dos años y medio de retraso y cuatro postergaciones se anuncia para el 11 de febrero el inicio de actividades del nuevo aeropuerto, aunque no se cuenta con la necesaria estructura vial y están pendientes algunos detalles menores, entre ellos la ubicación y construcción de la estación para el transporte de pasajeros hacia y desde Tababela, +, en forma inconsulta se proyectaba en la intersección de las avenidas Mariscal Sucre y Granados, donde funciona la pista de bicicross y practican centenares de jóvenes, que se sienten maltratados.