Somos privilegiados quienes gracias a la tecnología moderna hemos podido oír el discurso del presidente Barack Obama en Tucson el miércoles 12 de enero, en una ceremonia en memoria de las víctimas de la horrenda matanza ocurrida días antes en esa ciudad. Es difícil que las palabras de Obama no nos hayan conmovido profundamente. Incluyen muchas bellas frases que merecen ser citadas y siempre recordadas. Las que recojo en estas líneas son dos. Primero, la pregunta “¿Qué se requiere de nosotros para que podamos ir hacia delante?” Y luego, su pedido de que “usemos esta ocasión (se refería al acto de violencia a raíz del cual había ido a Tucson) para ampliar nuestros horizontes morales”.
Importante pregunta, y aún más importante pedido.
Muestra de lo que se “debe hacer” y de la “amplitud de horizontes morales” es el comentario al discurso de Obama que publicó en un artículo de opinión en el Washington Post el Senador John McCain, importante dirigente de la oposición Republicana y ex candidato a la Presidencia, derrotado precisamente por Obama en las elecciones de 2008.
Escribe McCain, refiriéndose al discurso del Presidente: “Instó a cada ciudadano que participa en nuestros debates políticos –sea desde la izquierda, la derecha o los medios- a que aspiremos a un más generoso aprecio mutuo y una opinión más modesta de nosotros mismos. (‘) Nos pidió a todos que nos comportemos en esos debates de tal manera que no decepcionemos el patriotismo optimista de una niña inocente. Concuerdo de todo corazón con estos sentimientos. Deberíamos respetar la sinceridad de las convicciones que enriquecen nuestros debates, y también el propósito compartido, tanto nuestro como de nuestros antepasados: un país mejor, más fuerte, más próspero y más justo que el que heredamos. (‘) En demasiadas ocasiones, nos faltan empatía y respeto mutuo, por todos lados, en la política y en los medios. Pero no está más allá de nuestras posibilidades el hacerlo mejor, el comportarnos con mayor modestia, cortesía y respeto de unos hacia otros. (‘) Esto es lo que le oí decir al Presidente la otra noche. Le felicito, y le agradezco por ello”.
Palabras notables, especialmente viniendo de un prominente opositor político en tiempos en que la confrontación de ideas en su país es muy alta, las diferencias de criterios son enormes, la oposición ha tomado el control de la Cámara Baja del Congreso, y los miembros de la oposición piensan que tienen una real posibilidad de derrotar al Presidente en las próximas elecciones. Palabras que ilustran a lo que nos referimos quienes abogamos por el diálogo y la construcción de consensos, y que dan cabida a la esperanza de que, por difícil que parezca, es posible “ampliar nuestros horizontes morales”.