El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, relacionó los compromisos sobre la seguridad de delicados materiales fisibles al objetivo mayor de su plan de crear un “mundo sin armas nucleares” en la cumbre realizada esta semana en Washington.
“Forma parte de una política más amplia de Estados Unidos, que apunta a reducir nuestro arsenal y a frenar la proliferación de armas atómicas. La estrategia nos acercará al objetivo máximo de tener un mundo sin armas nucleares”, declaró Obama ante los participantes de los 47 países representados.
Estados Unidos trabajará con otros Estados para ayudar a garantizar la seguridad de sus materiales fisibles y evitar el contrabando, un fin que comparten todos los países presentes.
La cumbre es uno de los mejores ejemplos del nuevo enfoque multilateral de Washington en materia de política exterior y un importante paso hacia los ambiciosos objetivos propuestos por Obama hace un año.
El objetivo específico de la cumbre, realizada lunes y martes, fue discutir cómo impedir que materiales fisibles caigan en manos de organizaciones terroristas, pero en las semanas previas, la Casa Blanca intensificó los esfuerzos para promover su objetivo de un mundo sin armas nucleares.
Obama y el presidente de Rusia, Dimitri Medvédev, suscribieron el jueves de la semana pasada un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start, por sus siglas en inglés) en Praga.
El día anterior, Obama divulgó la nueva versión del documento ‘Revisión de la Política Nuclear’, que prohíbe a este país usar armas atómicas contra países signatarios que respeten el Tratado de No Proliferación Nuclear (TPN), renuncia a los ensayos y a la fabricación de nuevas ojivas y obliga a Washington a tratar de que el Senado ratifique el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares para su entrada en vigor.
En mayo se realizará la conferencia para revisar el TPN en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.
La cumbre, que terminó el martes, logró que los 47 países representados asumieran varios objetivos claves.
Los compromisos alcanzados incluyen esfuerzos para fortalecer organizaciones internacionales como la ONU y la Agencia Internacional de Energía Atómica, así como una plataforma de acuerdos bilaterales.
El más importante de los pactos fue el que sellaron Estados Unidos y Rusia para deshacerse de por lo menos 34 toneladas de plutonio enriquecido, cada uno, suficiente para fabricar 17 000 bombas atómicas.
Resta ver si los compromisos contraídos se cumplen, remarcaron numerosos especialistas.