El sábado 5 de junio, el Presidente Correa hizo una relación simplista, entre los intereses del crédito del Eximbank de China, para el proyecto Coca Codo Sinclair, y el de los bonos del Estado que se ha forzado al IESS a adquirirlos.
Correa comentó que al Eximbank va a pagársele de interés anual 6.9% y al IESS va a reconocérsele 7%, en bonos a vencer recién los años 2020 y 2022. Dijo “es casi la misma tasa de interés”.
Las diferencias entre uno y otro dinero están en el origen, para y por qué del crédito.
El Eximbank (Banco de Exportación) es una empresa estatal de China, como también lo es la empresa Sinohydro, contratista de los diseños, construcción y equipamiento del proyecto Coca Codo Sinclair. Son dos bolsos de un solo negocio y mismo gobierno.
El año 2008 se valoró el proyecto Coca Codo Sinclair -entonces se publicitaba su ejecución con empresas argentinas auspiciadas por su estatal Enarasa- en 1 600 millones de dólares. Ya era caro, no debía pasar de 1 200 millones.
A octubre del 2009, sin estudios ni desagregación de valores que lo justifique se infló el precio “fijo” a 1 979,6 millones -casi 400 millones más de lo estimado un año atrás- cuando el hierro, el acero y otros materiales de construcción habían bajado de precio en los mercados internacionales, por la depresión económica de fines del 2008 e inicios del 2009.
Entre otros, un rubro preocupante: se agrega para contingentes o imprevistos que se pagarán sin justificarlos, USD245,5 millones (16,17% sobre los costos ya hiperinflados).
Pero el supuesto precio fijo de 1 979,6 millones no es tal, porque contra expresa prohibición legal se ha pactado compensación por futuro escalamiento de precios de materiales de construcción, más incrementos de costos laborales que se produzcan, más los efectos de medidas tributarias que se tomen, lo cual llevaría el precio al infinito.
Recordemos que a Enarsa de Argentina se le pagó 12% de interés anual, en una ilícita liquidación de su fracasada presencia en Ecuador en el proyecto Coca Codo Sinclair.
En cambio al IESS se le paga lo que el gobernante decida. Si el 7% es un interés justo, que el Estado revise la imposición del 5% de interés anual por el crédito que se forzó al IESS para el proyecto petrolero Pañacocha -por 165 millones de dólares- a inicios del 2010.
Además, el Estado es deudor moroso del IESS, desde 0ctubre del 2008, por contribuciones obligatorias, que no son subsidios, por el 40% de las pensiones jubilares y por atenciones médicas que por la Constitución y la Ley debe asumir el Gobierno -suman más de mil millones-. Para trampear en los intereses vencidos se acuerda consensuar saldos y condición de pago recién para fines de noviembre del 2010.