Daños ecológicos irreversibles desestabilizarán los sistemas que sostienen la vida en la Tierra a menos que se tomen medidas urgentes, según el quinto informe “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial” (GEO-5).
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, conocida como Río+20, que se realizará del 20 al 22 de este mes en Río de Janeiro, es una oportunidad clave para tomar medidas contra ese deterioro, sostiene el estudio, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
El GEO-5 compila tres años de investigación sobre el estado del ambiente en el planeta, y fue producido con la colaboración de más de 600 expertos, instituciones y otras agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Documenta los extendidos cambios ecológicos en la Tierra, citando una alarmante variedad de eventos climáticos sin precedentes en la historia humana, desde inundaciones y sequías hasta extinción de especies, aumentos del nivel del mar y de las temperaturas, contaminación y enfermedades.
El informe del Pnuma llama a una acción urgente y decisiva poco antes de que comience Río+20, donde se reunirán más de 130 líderes mundiales para debatir una respuesta a los desafíos que afronta el planeta.
“Si continúa la actual tendencia, si prevalecen los actuales patrones de producción y consumo y no pueden ser revertidos, entonces los gobiernos afrontarán niveles sin precedentes de daño y degradación”, alertó el secretario general adjunto de la ONU y director ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner.
El estudio demuestra el fracaso de los gobiernos a la hora de encarar los problemas ecológicos, planteando que, de las más de 500 metas internacionales acordadas para proteger el ambiente, solo cuatro muestran señales de progreso.
Estas cuatro son el cese de la producción y del uso de sustancias que agotan la capa de ozono, la eliminación del plomo de los combustibles, la mejora del acceso a suministros de agua y la reducción de la contaminación en el ambiente marino.
En referencia al cambio climático, el jefe del equipo del Pnuma que elaboró el GEO-5, Matthew Billot, consideró “improbable que el mundo cumpla su meta” de impedir un aumento de las temperaturas globales superior a dos grados.
“El ritmo de la destrucción simplemente se ha acelerado”, advirtió Billot, y el planeta va por un sendero insostenible, acercándose y a veces traspasando umbrales críticos. El consumo de agua en el planeta se triplicó en los últimos 50 años, y por tanto deberíamos ser más conscientes de su importancia, “no solo en los países áridos y cálidos, sino en todo el mundo”, dijo.