Queremos pertenecer a Mercosur, conformado por Brasil y Argentina, más las dos pequeñas economías que de ellos dependen. Recientemente se les sumó Venezuela, con lo que Mercosur incluye a todas las economías sudamericanas atlánticas y ninguna pacífica.
De los otros cinco (en total somos 10) cuatro países sudamericanos dan al Pacífico y el quinto, Bolivia, está enclaustrado. De los cuatro al Pacífico, tres han conformado, naturalmente, la Alianza del Pacífico, para lo cual se han unido con la mayor economía Latinoamericana que da al ancho mar (aunque también al Atlántico): México.
Las cuatro mayores economías latinoamericanas que dan al Pacífico se aúnan en la iniciativa de establecer las condiciones más favorables posibles para el comercio con el Este de Asia, la región más dinámica del mundo.
¿Cuál es el único país sudamericano que da al Pacífico, y que no forma parte de la Alianza? ¿Cuál es la más grande de las economías latinoamericanas en la cuenca del Pacífico que no forma parte de la Alianza? ¿Pero que en cambio, quiere incorporarse al Mercosur, de países atlánticos unidos entre sí por fronteras comunes, y con los cuales no colinda? Lo siento, no hay premio al que acierta. La respuesta es evidente.
Estamos mal ubicados. Quizá podríamos proponerle a Surinam y la Guayana Francesa trocar puestos. El espacio nos queda ajustado, los dos juntos tienen un territorio 12% más pequeño que el Ecuador. Habría que buscarle puesto a las Galápagos en el Caribe; lo ideal, a la misma latitud pero al este de San Vicente y Granadinas, miembro de la Alba.
Estaríamos contiguos al Brasil, más cerca de Venezuela, y más lógicos como integrantes tanto de Mercosur como de la Alba .
Pero como eso no es posible, es incongruente que sigamos una estrategia comercial radicalmente contrapuesta a la de países vecinos con los que deberíamos compartir el mismo objetivo de maximizar las ventajas de nuestra ubicación geográfica.
El presidente Piñera explica que la Alianza “representa una vocación y el compromiso de México, Colombia, Perú y Chile, de unir nuestras fuerzas, a través de esta integración profunda para proyectarnos en forma unida y con apoyo mutuo, hacia el mundo del Asia-Pacífico”.
Hay importantes discrepancias entre la línea de la Alianza del Pacífico y la de Alianza País: la primera tiene acuerdos comerciales con EE.UU. y Canadá. La segunda, les da la espalda. Las cuatro son las economías de América Latina más amigables a los negocios. El Ecuador es cuarto, pero desde la cola, superando sólo a Venezuela, Bolivia y Haití.
Pero no hacer frente a nuestra realidad geográfica es un error. Ingresemos a la Alianza del Pacífico. O veamos cómo tornar viable ese trueque geográfico con las Guayanas.