La gira del canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, por cuatro países sudamericanos desnudó los problemas que aún impiden la consolidación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuya presidencia temporal es ejercida por Quito.
Pese a ello, en rueda de prensa celebrada este martes, Patiño evaluó positivamente las visitas que realizó la semana pasada a Chile, Uruguay, Argentina y Perú junto al presidente de la Asamblea Nacional (Poder Legislativo), Fernando Cordero, y a otras autoridades ecuatorianas.
Según el ministro del gobierno izquierdista de Rafael Correa, el principal objetivo de la gira fue preparar la cumbre de mandatarios y mandatarias que se realizará en Buenos Aires el 4 mayo.
La gira sirvió también para promover la candidatura del ex presidente argentino, Néstor Kirchner (2003-2007), a la Secretaría General de la organización y para agilizar los desembolsos monetarios que los gobiernos comprometieron para socorrer a Haití, azotado el 12 de enero por un terremoto que dejó más de 200 000 personas muertas.
El tratado constitutivo de la Unasur, aprobado en Brasilia el 23 de mayo del 2008, ha sido ratificado hasta hoy por Bolivia, Ecuador, Guyana y Venezuela, pero se requiere que nueve de los 12 países miembros del bloque lo ratifiquen para que entre en vigor.
Según Patiño, la ratificación se concretará muy pronto, pero en cada país hay dificultades para su tratamiento inmediato.
Un diplomático extranjero opinó que “será imposible que el Congreso de Chile lo ponga en agenda cuando su única preocupación ahora es la reconstrucción del país tras el terremoto”.
En Argentina, la tensa relación entre el Gobierno y la oposición, que en las elecciones legislativas de 2009 privó al bloque oficialista de mayorías, ha llevado prácticamente a la paralización de los proyectos.
Patiño señaló que Chile respalda la candidatura de Kirchner a la Secretaría General, pero esta decisión no fue resultado de las gestiones ecuatorianas, pues fue anunciada dos días antes de su llegada a Santiago.
No obstante, según fuentes diplomáticas acreditadas en Ecuador, la candidatura del ex Presidente argentino, con la que Quito está muy comprometido, no despierta demasiado entusiasmo ni en Brasil ni en Perú.
Perú teme sobre todo que Kirchner abandone el cargo para volver a postularse a la Presidencia argentina con la intención de suceder a su esposa, Cristina Fernández, cuyo mandato concluirá en diciembre de 2011.
Diferente es el caso del presidente de Uruguay, José Mujica, quien ha declarado a otros mandatarios sudamericanos que no objetará la llegada de Kirchner al organismo si hay consenso regional en inclinarse por él.