En el Editorial del diario El Comercio de la ciudad de Lima, del 10 de los corrientes, se realiza un comentario sobre el Presupuesto General de la República para el año 2013, presentado para la aprobación por el ente legislativo. La cifra llega aproximadamente a USD 41 mil millones, un poco más del doble del monto aprobado en nuestro país para este año. El punto relevante es que el Estado peruano pretende ejecutar ese valor que representa aproximadamente una sexta parte de su PIB, mientras que en el caso ecuatoriano, el presupuesto en ejecución equivale a una tercera parte del monto total de su economía. El Perú ha acumulado reservas que ascienden a la astronómica cifra de USD 50 mil millones que le permitiría, en caso de crisis o contracción de los precios de sus principales productos de exportación superarla sin sobresaltos a diferencia del Ecuador que, si observara caer significativamente sus ingresos por ventas externas, vería tambalear aún la sostenibilidad de su esquema monetario. Según datos de los especialistas el monto de la reserva ecuatoriana apenas abastecería para atender los gastos de dos meses del aparato estatal. Insuficiente por donde se lo mire.
El aparato productivo peruano está en plena expansión. Recibe cerca de USD 700 millones mensuales por inversión extranjera. Producto de ello su moneda se ha revalorizado y la tasa de interés ha caído, ubicándose en alrededor del 5% el costo del dinero para el sector productivo. Pero no todo es color de rosa, existen críticas por la mala calidad de los servicios públicos e incluso se sostiene que el país no avanza adecuadamente por la falta de certeza jurídica. Descartan un intervencionismo estatal similar al venezolano pero advierten que la economía se desenvolverá en forma mediocre.
Por el norte las noticias que nos llegan también son impactantes. Aparentemente la economía colombiana, medida por su tamaño, ha desplazado a la Argentina del tercer puesto. Aún el ingreso per cápita es mucho más alto en el país del sur pero no por el crecimiento de su PIB sino por el menor número de población. El país continúa recibiendo inmensos recursos por inversión y se desarrolla una agresiva campaña de promoción que busca posicionar lo colombiano a través del mundo, en forma sostenida e insistente. Ya se perciben los resultados. Colombia es cada vez más atractiva a los ojos del mundo.
En conclusión, si uniríamos a los tres países, Ecuador representaría apenas el 10% del PIB de ese grupo y percibe apenas el 0,75% de la inversión que llega a estos territorios. La consecuencia obvia es que nuestra población tiene más dificultades para encontrar oportunidades y atender sus necesidades. Elementos suficientes como para ponernos a pensar que se vuelve imperativo revisar los paradigmas vigentes si no queremos permanecer estáticos, contemplando impávidos el desarrollo de nuestros vecinos.