Un gallego de 55 años, seco e implacable, dedicado total a la política, Mariano Rajoy, y su brazo derecho, la guapa superministra Soraya Sáenz de Santamaría, ocupan el palacio de la Moncloa de Madrid en medio de la expectativa de España sobre la forma en que cumplirán su misión. Rajoy fue elegido presidente para sacar a España de la crisis que barrió con el partido Socialista Obrero y ella para anunciar el suceso. Nada más ni menos tampoco.
Decenas de miles de ecuatorianos que llegaron ilusionados a la patria española miran con especial interés a la pareja y temen que el jefe y la portavoz sellen su desgracia foránea cuando anuncien las duras medidas que consideran necesarias para cumplir con la primera oferta. ¿Cuál? Dar empleo a los desocupados, por supuesto, pero atendiendo a los españoles primero. Los hijos del lejano Ecuador fueron muy felices cuando al llegar –diez años atrás- huyendo de una crisis a la ecuatoriana- encontraron un país europeo que habla su idioma y parecía cercano a la felicidad, capaz de ofrecer trabajo especialmente en la construcción y en las tareas agrícolas. El paraíso, desgraciadamente, se fue deshaciendo y hoy nuestros paisanos vuelven a escuchar la palabra “crisis” mientras analizan las incertidumbres del retorno. Por añadidura, los inmigrantes no creen en Rajoy.
España –ahora muy triste y a la expectativa- continúa con su gobierno bipartidista que organizó luego de dos ingratas experiencias, la guerra civil y la dictadura franquista. Ahora le tocó su turno a la derecha que algo planea a favor de sus ideas, pero fundamentalmente se preocupa de ese reto terrible y maravilloso llamado empleo, cuyas bases son en resumen la confianza y el crecimiento.
El presidente Rajoy –quien usó la viperina sin tregua durante siete años y medio como temible opositor- guarda silencio desde que juró la presidencia y apenas habló 56 segundos para presentar a su Gabinete de 13 ministros, con ciudadanos mayores -55 años de promedio- amigos y curtidos en sus especialidades. La sorpresa y la excepción fue la guapa Soraya, apenas cuarentona, nombrada todo. Vicepresidenta de España, la voz del Gobierno y hasta la gran jefa de inteligencia.
El Gabinete de Rajoy ha recibido buenas notas, en general, aunque el público espera resultados para dar su veredicto. No faltan, eso sí, las dudas y alguna burla. El Presidente escogió para Ministro de Economía a un afamado experto, Luis de Guindos, quien se hizo famoso como gerente en España de la mundialmente célebre firma estadounidense Lehmon Brothers, cuya quiebra –en el 2008, al cumplir 150 años- fue tan ruidosa que casi acaba con el capitalismo mundial.
Los rajoyistas culpan a los socialistas de la crisis 2008-2011 en España. Ellos refutan recordando la crisis made in USA, como origen, y anotando que el problema es europeo y no solo español..