En el Ecuador y en Italia se están debatiendo leyes que restringen la libertad de informar y opinar, por lo que los críticos las denominan –aquí y allá- “ley mordaza”.
Uno de los juristas italianos más destacados de Europa, Stéfano Rodotá, ha dicho respecto a la ley que cursa en la Italia corrupta y fascista de Berlusconi -que se diferencia del totalitarismo en el Ecuador, solo porque este se lamprea de falso izquierdismo no marxista- “Esta ley nos pone al borde de la dictadura. Para definir lo que sucede en Italia hay que hablar de crisis institucional, censura y de violación de la Constitución”.
Lo más grave lo agrega respecto a los timoratos y cobardes, con o sin rabo de paja: “Muchos se ponen una venda ante los ojos. Entre mordaza en la boca y venda en los ojos, no sé qué es peor”.
Y respecto a sondeos y encuestas señala “Esta ley es el corazón de la estrategia autoritaria. Busca una opinión pública desinformada, para que sea carne de sondeos y encuestas”.
Si le quitamos la mención de Italia, bien podría decirse que el jurista se refiere a la Ley de Comunicación que se tramita en el Ecuador.
Un mismo molde, el del totalitarismo. Su móvil, encubrir los ilícitos del poder. Su fin, controlar el mayor número de medios e intentar intoxicar a la ciudadanía con campañas masivas cual la del monopolio en la trasmisión del Mundial de Fútbol usándolo contra los medios de comunicación independientes, pensando en sondeos y en encuestas.
En el Congreso se hará lo que quiera Correa. Puede ser que en el texto que vaya a Correa se agregue o elimine cosas para tener la votación aprobatoria de más de la mitad de los legisladores, pero con el veto presidencial no habrá los 2/3 de votos que permita ratificar el texto original y no allanarse a lo vetado.
Ya se lo ha hecho en leyes controvertidas (seguridad social y soberanía alimentaria, entre otras) donde se dan discursos floridos contra los vetos y luego parte de los de País se salen a la hora de votar, para que su ausencia permita que los vetos “entren por el Ministerio de la Ley”. Realmente entran por el servilismo de los que se ausentan y de los que conciertan aquello.
Cordero habla de ética y transparencia. Ni en la Asamblea actual ni en Montecristi ha sido su conducta. Dependencia total respecto de Correa y su enviado Alexis Mera. En el molde del totalitarismo juega el papel de la grasa que se pone en el molde para que la torta quede dorada y no se pegue. Las falsedades del texto constitucional fueron muestra de aquello.
La marca de la grasa se cambia cuando quien maneja el molde lo decida.
Lector, no olvide la reflexión: “Muchos se ponen una venda ante los ojos. Entre mordaza en la boca y venda en los ojos, no sé qué es peor”. Yo creo que venda y mordaza se juntan.