Este fin de semana se desarrollan simultáneamente dos ferias con tinte europeo en el Distrito Metropolitano, en donde el protagonista es el sector automotor. Como telón de fondo, lo que buscan estas exposiciones es sacar más provecho del acuerdo multipartes que tiene Ecuador con la Unión Europea (UE).
El convenio rige desde enero pasado y ya se ven resultados en el intercambio comercial. Solo entre enero y febrero, las compras al mercado europeo crecieron en más del 30% (en comparación con el 2016) y sumaron más de USD 430 millones. Mientras que las exportaciones ecuatorianas a Europa -en igual período- llegaron a 690 millones, unos 70 millones más que el año pasado.
Así como las empresas europeas buscan más oportunidades en el país, aunque la denuncia de los tratados bilaterales de inversión genera malestar en círculos diplomáticos y corporativos, las firmas ecuatorianas también tratan de ganar mercado en el viejo continente. Hace poco una decena de compañías nacionales estuvo en una feria de productos del mar en Bruselas, de la que se proyectan acuerdos de negocios por más de USD 50 millones. Asimismo, se alista otra delegación para participar en una cita de alimentos y bebidas en Italia.
Mientras los productos europeos tienen más tecnología incorporada, la oferta exportable ecuatoriana aún se respalda básicamente en lo que ofrecen las materias primas.
En el reporte del Banco Central del Ecuador sobre las exportaciones según la intensidad tecnológica incorporada se nota la realidad de la industria nacional. Mientras el año pasado las exportaciones totales alcanzaron los USD 16 797 millones, apenas 224 millones correspondieron a bienes industrializados con alta tecnología. Es decir, no llegaron ni al 1,4%.
En la hoja de ruta del nuevo Gobierno debe tener un capítulo especial el incremento de la oferta exportable con mayor valor agregado tecnológico. El desarrollo de la nanotecnología en la agroindustria puede ser una gran oportunidad para el país, aprovechémosla.