Hablamos de juego, pasión, esfuerzo, estrategia, inteligencia, disciplina, fervor nacional, de magia’ pero también, de plata’ de mucha plata. En la Final seremos testigos del enfrentamiento de dos equipos, de dos planificaciones y estrategias. Veremos a 22 gladiadores y artistas enfrentarse entre sí; 11 millonarios contra 11 millonarios, dirigidos por otros millonarios.
El fútbol es la maquinaria de producción de fantasía y de dinero más espectacular y universal que ha generado hasta la fecha la humanidad. Los países y las gentes se unen tras la pelota. La paz y el desarrollo juntan a 192 países en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El Fútbol une a 208 en la FIFA. El último Mundial de Alemania tuvo una audiencia acumulada de 26.000 millones de personas. Los juegos Olímpicos de Beijing no llegaron a los 5 000 millones.
Las grandes marcas compiten a dentelladas por tener su sello en camisetas, estadios y en jugadores estrella. Los países se matan por convertirse en sede del Mundial. Empresas y naciones invierten a manos llenas. Sudáfrica gastó más de 2 000 millones en infraestructura, comunicación y seguridad para el Mundial.
Cada vez gira más dinero en este negocio. Los derechos de transmisión del Mundial bordearían los 2 700 millones de dólares. Mientras más exitoso es un equipo tiene más gastos y se endeuda más. El equipo más caro del mundo, en el que juega nuestro Antonio Valencia, es el Manchester United de Inglaterra. Está valorado en 1 835 millones y tiene una deuda de 1 100 millones.
Citando a Forbes la revista Gestión dice que los contratos y sueldos de los jugadores estrella se disparan a cifras extraordinarias: David Beckham ganó los últimos tres años 138 millones siendo el jugador mejor pagado del planeta. Cristiano Ronaldo, en el 2009 tuvo un ingreso aproximado de 30. Kaká gana 25, Ronaldinho 25, Thierry Henrry 24, Messi 20. Hablamos de un ingreso de más de 2 millones de dólares mensuales o de alrededor de 180 000 diarios.
Si la mayoría de estos jugadores vienen de barriadas pobres, arrastrando historias de grandes privaciones, me pregunto ¿Cómo logran sostener la cordura frente a tanta plata, halagos y tentaciones? De hecho muchos se destrozan delante de esta experiencia. Se refugian en la prepotencia, la droga, el alcohol y las sábanas. Otros sabiamente remontan la fama y retornan con su dinero e ideas a levantar a sus familias y a sus pueblos.
En nuestra experiencia los Tin Delgado, Ulises de la Cruz y otros, volvieron para mejorar las condiciones de vida para sus Chota, Juncal o Piquiucho, donde, según Unicef el Estado a pesar de los esfuerzos invierte en educación 293 dólares anuales por cada adolescente.