Mientras corre el tiempo para que se apruebe el proyecto que aumentará los impuestos a las cervezas, licores, cigarrillos, gaseosas, consumo telefónico de las empresas, dinero a viajeros al exterior, o que reduce los beneficios a las personas con discapacidad y resucita el dinero electrónico (el verdadero interés del Gobierno por equilibrar sus problemas ), las rendiciones de cuentas de las entidades públicas del 2015, continúan. Algo de la información que allí se ‘transparenta’ y que no es parte de los discursos de la tarima, en donde solo se destacan los ‘logros’ y no los ‘tropiezos’ de la gestión pública, consta en las páginas web de las entidades del Ejecutivo.
Allí hay ‘información interesante’, entre otras cosas, sobre en qué se usa el dinero de los ecuatorianos (que ahora se va a financiar con más impuestos), para cubrir los viáticos que recibe la burocracia. Entre los ejemplos de los justificativos de gastos de viajes, nacionales o internacionales, hay un sinnúmero de argumentos: viáticos por desplazamiento para “dar asistencia técnica para el fortalecimiento de la aplicación de modelos de atención, a través del empleo de los instrumentos de los estándares de calidad de los componentes…”, “desplazamiento para promover la reflexión sobre la presentación de las obras escénicas para prevenir la migración irregular….”, etcétera.
Entre los que reciben viáticos constan: ministros, subsecretarios, analistas, asesores, choferes, asistentes, servidores (categorías 4, 5, 6, 7), coordinadores, directores, personal de seguridad…, y la lista continúa. Al sumar los gastos de una de las secretarías del Frente Económico, por ejemplo, solo en el 2015 destinó más de un millón de dólares, en viáticos.
Para equilibrar las finanzas públicas no solo sirven los impuestos o el endeudamiento. El ajuste del gasto debiera apuntar a los viáticos para desplazamientos. La austeridad fiscal es un concepto que aún no cuaja en el manejo económico, salvo que ahora esos viáticos vayan a entregarse en dinero electrónico.