El lamentable accidente aéreo que dejara 22 militares muertos, símbolos de la Patria que entrenaban en la Amazonia, debe llamar a la sensibilidad del poder sobre la nefasta conducción política, que pretende profundizar la división con expresiones de odio y bajas pasiones que se han impuesto en el país. De un pasado obsoleto, como se ha cuestionado, se ha ido a una perspectiva de un futuro desconocido e incierto.
Ese es el caso del mal manejo del tema militar en un ámbito profesional. Pésimas compras de radares chinos y helicópteros Druhv, que no sirvieron y quedaron en la impunidad. Luego de haberse congraciado durante esta administración, incluida la continuación de la homologación salarial, pero como no hubo como cambiar a las FF.AA. con el modelo fracasado venezolano, se intenta imponer con decisiones inaplicables y que desconocen la realidad de una institución jerarquizada y de prestigio, que ha demostrado el cumplimiento de sus deberes: defensa de la soberanía e integridad territorial. Ese es el caso de la guerra del Cenepa del 95.
La jerarquía implica respeto a los grados y si no hubiera eso cómo se podría actuar en un conflicto bélico, para lo que se preparan, cuando hay un comandante que es el responsable de lo que suceda. Esas tareas no pueden encomendarse a un miembro de tropa. Cada cual cumple su misión. Resulta demagógico, y eso deben saber en la tropa, el generar falsas expectativas en lo económico. La búsqueda de igualdad no puede confundirse con equidad. Un miembro de tropa que aporta mensualmente para su pensión de retiro y cesantía de 200 o 300 USD no puede igualarse al aporte de un general de cerca de un mil 200 USD.
Se desconoce el pasado de una institución basada en el pensamiento laico del general Eloy Alfaro o de un régimen nacionalista revolucionario de los años setentas. Eso no implica pasar de una institución no deliberante públicamente a un proyecto político nefasto como en Venezuela. Acá es diferente aunque han existido mandos débiles y permisibles, que han cometido errores en la conducción, que no fueron corregidos a tiempo ni se puso un alto interna y oportunamente, dentro del ordenamiento jurídico, desde el comienzo del régimen por las reuniones divisionistas con la tropa.
Como no pudieron, provocan al disponer el recorte ilegal de 41 millones USD al ISSFA, en medio de una crisis de recursos, luego de casi seis años de una escritura pública de compra venta de terrenos, que es ley para las partes, firmada de común acuerdo y la venia de los ministros de Defensa y Ambiente de entonces.
No hay coherencia en las disposiciones. El decreto 945, del 3 de marzo último, art. 1, dispone que en FF.AA. y la Policía Nacional no se produzcan diferencias. Dice ningún tipo de distinciones entre el personal de oficiales y de tropa, sin distinción de grado o de cargo. Sin embargo, en la disposición general abre la posibilidad de “establecer excepciones”.