Mensaje del Papa Francisco

El papa Francisco designó a 19 cardenales, entre ellos, a Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, Nicaragua, cuya elección conlleva un mensaje. Brenes, de 64 años, es humilde, dialoguista, sereno y prudente, pero tiene convicciones firmes y gran coraje cuando de enfrentarse a Daniel Ortega se trata.

Desde 1991, como obispo auxiliar de Matagalpa, Brenes es el sacerdote más escuchado y popular de Nicaragua, una nación con una población que es profundamente católica. Cuando fue Presidente de la Comisión Episcopal nicaragüense entre 2008 y 2011, no dudó en criticar la violencia y la prepotencia propias de los sandinistas. Además, siempre se definió a sí mismo como "opositor a la compra de conciencias". Sucede que, por distintas razones, incluidas las intimidaciones, algunos "cambiaron de bando" en Nicaragua. Brenes, nunca.

Como el papa Francisco, este cardenal es un hombre del mundo real. Siempre está junto a la gente, en tareas evangelizadoras, con la actitud de quien se sabe un servidor, un pastor.

Brenes y el entonces cardenal Bergoglio se conocieron en Brasil, en la localidad de Aparecida, en 2007, cuando juntos participaron en la elaboración del documento que hoy define la misión de la Iglesia en América Latina. Brenes tiene una larga experiencia en organismos regionales de la Iglesia, como el Consejo Episcopal Latinoamericano, conocido como Celam. Es un hombre al que sus colegas de la región conocen bien y escuchan con sumo respeto.

Lo demostró cuando en 2006, ante el avance ruidoso de los marxistas, defendió el derecho a la propiedad de la tierra, quizá para que no se reiterara la conocida "piñata" en virtud de la cual los líderes sandinistas y sus allegados se repartieron descaradamente las propiedades confiscadas al somocismo, en la década del 90 .

El año pasado, se plantó frente a los inconstitucionales movimientos de Daniel Ortega en procura de ser reelegido indefinidamente, sin triunfar en esa epopeya que sabía perdedora, pero sin claudicar jamás en sus convicciones. "Estar mucho tiempo en el poder es una cosa negativa", dijo.

Con el control de la Asamblea Nacional Legislativa, el sandinismo hizo caso omiso a los llamados de Brenes. No obstante, éste siguió con sus críticas respecto de las ambiciones de los Ortega que, como es característico de los autoritarios, han concentrado enormemente el poder político y económico en medio de constantes acusaciones de corrupción.

Brenes, licenciado en teología dogmática, no es el primer cardenal de Nicaragua. Lo fue Miguel Obando Bravo, antes opositor de Ortega y hoy uno de sus adulones colaboradores. Su cambio de frente ha sido indigno. Por todo esto, la designación que ha hecho el papa Francisco tiene un mensaje claro y muy fácil de percibir.

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