¿Qué es el ahorro nacional?

Parecería que se trata de una discusión estéril, pues mientras algunos economistas sostenemos que el país no tiene ahorros, el Gobierno y el Presidente dicen que sí hay y significativos, incluso superiores al 4% del PIB.

En la postura oficial, el argumento es que la construcción de carreteras o proyectos hidroeléctricos es una forma de ahorro al igual que una familia en la que su ahorro se convierte en inversión cuando adquiere, por ejemplo, una casa. Para el efecto, sostiene el Presidente, los ingresos permanentes del Presupuesto del Estado, vale decir básicamente los impuestos, cubren los gastos permanentes, dejando un saldo que es el “ahorro” para que este se “invierta”. Repasemos un poco de macroeconomía y algo de finanzas.

El ingreso nacional en una economía abierta es igual al consumo más la inversión más el saldo comercial entre exportaciones e importaciones. Solo para fines didácticos, digamos que la economía es cerrada, con lo que el ingreso es igual al consumo más la inversión. Por lo tanto, el ingreso menos el consumo es igual a la inversión pero también es igual al ahorro, con lo que se puede deducir que el ahorro se convierte en inversión. Hasta ahí estamos en paz. Pero, primera precisión, no todo ahorro se convierte en inversión y, segunda precisión, ese concepto de ahorro es de las cuentas nacionales, vale decir, de la contabilidad pública, no es el concepto financiero que permite atender emergencias.

En el ejemplo de la familia, si el padre pierde el trabajo o se cambia de oficio por las razones que sean, pero baja su ingreso, ¿qué debe hacer con esa casa que es su forma de ahorro? Tendría que vender la casa o endeudarse para cubrir la plata que le falta para pagar su nivel de gastos. Por lo tanto, lo más sensato sería que baje el ritmo de gastos familiares y ese padre de familia se sujete a esa nueva realidad.

En el ámbito macroeconómico, ¿cómo cubro la reducción de ingresos porque se reduce el precio de petróleo? Lo obvio sería ajustar el gasto o usar liquidez ahorrada, pero nada de eso se aplica. El gasto baja marginalmente y no hay ahorros líquidos. La vía es cada vez más deuda. ¿Acaso el Gobierno va a vender las carreteras o las refinerías para reemplazar la baja de ingresos fiscales? Es ahí donde sirve el ahorro “financiero” de tener fondos y utilizarlos en momentos difíciles. El ahorro nacional o contable a veces se convierte en inversión, no siempre, pero no sirve para emergencias. Por eso hay 80 países en el mundo que ahorran la plata haciendo obras concesionadas al sector privado.

Si hay tanto ahorro, ¿por qué se endeudan? ¿Por qué emiten tanto papel por parte de BCE y del Gobierno si tienen excedentes? Creo que es momento de reconocer errores y pragmatizarse. No siempre el pizarrón sirve para hacer una buena gestión económica. Hay que usar la docencia pero con una fuerte dosis de realismo.

Suplementos digitales