Macri sale fortalecido del primer test electoral

Fue, para muchos, una sorpresa: un año y ocho meses después de asumir la presidencia argentina, y a pesar de que las medidas adoptadas al llegar al gobierno provocaron una contracción de la actividad económica que hasta ahora no se ha revertido, Mauricio Macri salió políticamente fortalecido de su primera prueba electoral, el domingo 13.

La alianza gobernante, la centroderechista Cambiemos, fue la fuerza más votada a nivel nacional con 36% de los votos, en las primarías para los comicios legislativos de octubre y consiguió victorias inesperadas en algunas de las 23 provincias. Y sobre todo evitó –en este caso, con un recuento de votos cuestionado- lo que más lo preocupaba desde el punto de vista simbólico: una derrota en el distrito más poblado del país contra la expresidenta Cristina Fernández candidata a senadora por la centroizquierdista Unidad Ciudadana.

Fernández es, al día de hoy, la rival más peligrosa que tiene Macri para 2019, cuando seguramente buscará su reelección por otros cuatro años.

En la elección de la provincia de Buenos Aires quedan sin contabilizar 4,32% de los sufragios. Allí, los primeros datos oficiales se conocieron a las 9:00 de la noche, cuando el oficialista Esteban Bullrich superaba en siete puntos a Fernández. Antes de las 11, Macri y su equipo festejaron el resultado ante las cámaras de televisión.

Sin embargo, mientras la mayor parte de los argentinos dormía, el margen se fue estrechando y cuando en la madrugada el recuento se detuvo, Bullrich contaba con 34,19% de los votos escrutados y Fernández con 34,11%, una diferencia de apenas 6.915 sufragios.

En Argentina las elecciones no son organizadas por un poder independiente sino por el gobierno, que sostuvo que algunas mesas de votación de esa provincia oriental no ingresaron en el escrutinio porque las papeletas se confeccionaron mal, pero que serán incorporadas en el recuento definitivo, que demorará cerca de dos semanas.

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