En abril próximo se cumplirá un año de la intervención del poder presidencial absoluto, como nunca sucedió en sesenta años anteriores, en la seguridad social que ampara al pueblo ecuatoriano afiliado al IESS.
En esa ocasión del año 2015, se suprimió el aporte del 40% considerado como porcentaje responsable, ineludible y que debía entregar el Gobierno cumplidamente al Biess. Esta negativa, que anuló un rubro económico sustancial de beneficio directo al pueblo trabajador, seguramente fue un factor para que situaran al Ecuador en un índice de riesgo de 1 692 puntos. Pronto podría agravarse tensionando el presupuesto del Estado para el año 2016; más aún, por el elemento desfavorable que constituye el precio de 15 dólares por barril de petróleo.
Estos datos extraídos de la realidad, que reflejan la deuda interna o de casa adentro, se agudizarán por la necesidad de disponer de más dinero que tiene el Gobierno para cubrir los gastos mensuales.
Es oportuno mencionar los datos de la acumulada deuda que, en noviembre del 2015, alcanzó ya los 8 000 millones de dólares con el Banco del IESS, un monto que demuestra haber dejado muy atrás la deuda que tiene con China de 5 466 millones de dólares, y que el 2009 representó el 4,5% de la deuda total, mientras que ahoraya está triplicada porque llega al 12,7%, que representan 12 546 millones de dólares.
Se trata de una cifra muy alarmante la que debe el Ecuador a la República Popular China, país que tiene el mayor monto prestado hasta ahora. Por eso, solo en intereses, para pagar cada año, se requieren 600 millones de dólares, una cantidad muy alta para la dimensión de la economía ecuatoriana, y sobre todo para el sobreendeudamiento que padece.
Datos como los mencionados escenificarían una danza macabra de dinero adeudado, más aún si para el actual año 2016 en la Pro forma constan l 000 millones de dólares, que deberá entregar el Banco del IESS al Gobierno correísta, por lo cual pasará a ser el acreedor número uno.
Además, es un hecho demostrativo de que la ubicación tan alta del riesgo país hace muy difícil la concesión de créditos de otros países u organismos internacionales. Por lo expuesto, la crisis fiscal es un hecho fatal que conduce a aumentar la desocupación, fuente pródiga del empobrecimiento de amplias capas de la población y que podrá llegar a los segmentos de la clase media.
Cabría insinuar y talvez recomendar la urgente lectura del Título VII de la Constitución Política de la República del Ecuador, que trata del Régimen del Buen Vivir, en la parte de la Seguridad Social y que se basa en la sostenibilidad, la eficiencia, la celeridad y la transparencia en beneficio de la población.