Ahora, que se supone que se trabajará en la ampliación de la Zona Intangible para la protección de aquellos que continúan siendo ocultados, de acuerdo al resultado de la consulta popular, hay que poner los mapas sobre la mesa.
Es urgente. Es un asunto de vida o muerte. En serio: la vida de ellos está en peligro y siguen siendo desplazados de su territorio sistemáticamente. El ministro de Hidrocarburos ha dicho (diario El Telégrafo) que el área se extenderá al norte y al oeste del parque Yasuní. ¿Será que se pondrá freno de una vez por todas a los trabajos en Armadillo, por ejemplo? Sí. Armadillo. Ahí, donde hay dos plataformas, muñecos, camiones sacando el crudo… ahí… donde trabajan los bielorrusos… sí… ahí mismo, donde las autoridades saben, desde el 2009, que hay suficientes evidencias de presencia de “aislados” además de otras graves presencias que afectan su territorio.
Es hora de poner los mapas sobre la mesa. Los mapas del ministerio de Justicia con sus propuestas. Los mapas del ministerio de Ambiente con las suyas. Y los de Hidrocarburos. Y los mapas que están en los estudios de impacto ambiental de las compañías petroleras que operan en el parque Yasuní (porque operan, aunque llevan años diciendo lo contrario). Y los mapas que tiene el FEPP y sus consultorías. Y los mapas que manejan los Yasunidos. Y los mapas de los waorani y su manera de concebir sus territorios. Y los mapas de los gobiernos locales. Los mapas viales y los mapas de las comunas kichwas y de las comunidades campesinas. Y los mapas de la gente del Curaray, pues por ahí también los han visto.
Y a la hora de conciliar la locura de mapas, habrá que construir nuevos mapas pero sobre todo, habrá que revisar políticas y también habrá que revisar derechos y discutir sobre el manejo territorial de esa zona.
Hasta hoy, la intangibilidad de la zona ha servido para poco, se han movido los límites de acuerdo a los intereses petroleros y no ha habido tal intangibilidad para el maderero, es más, es una zona porosa en donde hay muchas ilegalidades amparadas en la falacia de la intangibilidad.
Ya es hora de poner los mapas sobre la mesa pero más aún, es hora de poner los recursos para la protección sobre la mesa. Y las responsabilidades de cada uno de los ministerios sobre la mesa porque hasta ahora no se sabe cuál de los ministerios tiene autoridad y competencia sobre el tema de la protección a estas personas. Sin recursos, sin voluntad política clara de frenar el avance petrolero, sin las cartas sobre la mesa, sin la participación de las comunidades y el compromiso de los gobiernos locales de parar de abrir vías dentro del parque, no hay zona intangible que sirva para la protección de el mayor patrimonio del país.
maguirre@elcomercio.org