Dicen los autores serios y uno que otro filósofo que en las actividades, especialmente en las de cierta importancia, hay que tener sentido de la proporción sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la vida y sus recovecos. Más aún en el caso de los gobernantes, sobre todo democráticos, y de los periodistas de las más diversas especialidades y talvez más de los que incursionan en el mundillo de la política. En una o en otra forma eso de la proporción lo han confirmado los maestros de los tiempos antiguos o modernos. Y si alguien no lo ha escuchado, para eso están los mensajes de la prudencia y de la templanza, que le dicen “ojo, no te pases de ciertos límites” o “cuidado con lo que haces y dices en todos y cada uno de los actos de la vida. No te propases o enfrentarás las consecuencias”, No es bueno, pues, que se nos vaya la mano en las palabras o en las obras.
El “caso Universo” ha sido la nota de los últimos meses y ha dado paso a múltiples opiniones a favor o en contra, según las características de los autores. No podía ser de otra manera tomando en cuenta sus características económicas, periodísticas y judiciales. Y, por supuesto, superó los límites nacionales e interesó–sorprendió, más precisamente- en todos los confines. Con la circunstancia de que el Jefe –actor principal- lleva cinco años dando codazos a la prensa y dentro de poco tiempo intervendrá en la Ley de Comunicación.
Entre otras opiniones escuchamos y vimos en la radio y la televisión a un ciudadano -al que no conocemos personalmente- que habla buen español, con evidente tono extranjero, y es presentado como corresponsal en el Ecuador, y en la zona andina, si no nos equivocamos, de la empresa periodística “Reporteros sin fronteras”. El señor Eric Samson, por lo que oímos y vimos, no se hace de rogar cuando le invitan a dar sus opiniones sobre temas de prensa. Se advierte que tiene confianza en sus conceptos y nos interesó lo que decía. En términos generales, Samson sostiene que a las dos partes “se les fue la mano”. Por cierto, critica al Presidente que impuso 40 millones de dólares como indemnización por una demanda personal en respuesta a un artículo polémico, por decir lo menos.
¿Qué opina sobre el artículo el Reportero sin fronteras el señor Samson? Dice “Si algún editor profesional hubiera visto ese artículo antes de publicarse habría pedido una prueba de que el Presidente ordenó disparar. De no presentarse, no se publicaba esa opinión. El periodista Palacio se convirtió en político cuando fue echado de una presentación sabatina por el Presidente. Yo no firmaba ese artículo” Pero ¿qué opina sobre la demanda y la sentencia? “La condena no es proporcionada. Todo el mundo dice que el monto es una barbaridad, un desastre para la libre expresión. Hay intolerancia del Gobierno frente a las voces críticas”