Mancomunidad Sur

En días pasados acaba de firmarse un acuerdo inédito y positivo en el Ecuador. Las autoridades de las provincias de Morona Santiago, Zamora Chinchipe, El Oro, Azuay y Cañar firmaron la conformación de la Mancomunidad del Sur.

Inédito porque es la primera vez desde la aprobación de la nueva Constitución que varias provincias del país deciden unir esfuerzos para trabajar bajo el modelo de mancomunidad, independientemente de la visión particular y de los intereses que pudieren existir. Positivo porque a más de contribuir al desarrollo de sus respectivas provincias en aspectos de carácter económico, social y vialidad, esta iniciativa puede convertirse en un ejemplo exitoso no solo de cooperación sino también de formación de las tan polémicas y criticadas regiones.

La región, de acuerdo con la Constitución es parte de la nueva organización territorial del Estado junto a las provincias, cantones, juntas parroquiales rurales y regímenes especiales (distritos metropolitanos, Galápagos y circunscripciones territoriales indígenas). La creación de este nivel intermedio de gobierno ha generado polémica porque en un principio se creyó que iba a sustituir a las provincias, resultaba complicado definir la sede de la región y se consideraba como un obstáculo la existencia de diferencias históricas, geográficas, económicas e incluso culturales.

La no participación de Loja en esta iniciativa de conformar la Mancomunidad del Sur puede evidenciar lo dicho. Parece que las diferencias históricas -por no decir rivalidades- entre Cuenca y Loja se han hecho evidentes. Sin embargo, juntar a cinco provincias de seis ya es un gran avance. Es un ejemplo: la voluntad política y el liderazgo de sus autoridades puede más que cualquier obstáculo.

Además, hay que tomar en cuenta los beneficios económicos que pueden traer para las provincias la conformación de mancomunidades y luego regiones. La Constitución de la República y el Cootad contemplan incentivos económicos. Independientemente de ello, llama la atención las cifras que manejan las autoridades de la Mancomunidad del Sur. Consideran que esta iniciativa les fortalecerá. Unidas tendrán un 15% del Producto Interno Bruto (PIB) frente al 21% de Guayaquil y el 19% de Quito. Podrán además implementar proyectos como las troncales amazónicas, la construcción de tren del sur, la modernización de Puerto Bolívar, el mejoramiento y construcción de nuevas terminales aéreas, lo cual, sin lugar a dudas, potenciará el desarrollo económico y se generará empleo. Esta iniciativa es digna de aplauso no solo por lo que implica para el sur del país sino también para el Ecuador. Si así llueve, mejor que no escampe.

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