La revista norteamericana “Forbes” publica anualmente la lista de los hombres y mujeres más ricos del mundo -enriquecidos con el mercado o con el Estado- y, durante los últimos años, en ella se han turnado en los tres primeros lugares el mexicano Carlos Slim y los norteamericanos Bill Gates y Warren Buffet.
Hace seis días Bill Gates tomó el primer lugar con un patrimonio neto de 72.000 millones de dólares, seguido por Carlos Slim con 69.400 millones, Warren Buffett 58.500, Amancio Ortega de España 56.000, lngvar Kamprad de Suecia 55.600, los norteamericanos Charles Koch 45.200 y Larry Ellison 41.600, Li Ka-shing de China 31.000, la francesa Lilliane Bettencourt 30.000 y otros magnates de EEUU, China, Alemania, Rusia, Francia, India, Canadá, Arabia Saudita, Suecia, Brasil y otros países.
China es el segundo país con el mayor número de multimillonarios en el mundo, después de Estados Unidos y antes que Alemania. Tiene 89 potentados y uno de cada tres de ellos está afiliado al Partido Comunista.
Según la revista “Fortune”, el hombre más rico de China, Wang Chuan-Yu -presidente de la compañía fabricante de automóviles eléctricos- ha sido condenado por un tribunal de Pekín a 14 años de cárcel bajo la acusación de soborno a las autoridades gubernamentales, uso de información privilegiada y corrupción.
Según la misma revista, entre mil magnates del planeta, EEUU tienen 403, China 89, Rusia 62, Alemania 53, India 49, Inglaterra 29, Turquía 28, Canadá 24, Japón 22, Taiwán 18, Arabia Saudita 14, España 13, Suiza 11, Corea del Sur 11 y Suecia 10. Hubo el ascenso de chinos, rusos e hindúes a la privilegiada categoría.
Cinco de los siete gobernantes más ricos del mundo pertenecen a países árabes: Bashar al-Assad de Siria -once años en el poder heredado de su padre, quien gobernó por veintinueve- cuyo patrimonio mal habido se calcula en 45.000 millones de dólares; el sultán Hassanal Bolkiah de Brunéi con 40 mil millones -incluida la demencial colección de cinco mil automóviles de lujo y una gigantesca mansión con bóvedas de oro-, el jeque Khalifa bin Zayed al Nahayan de los Emiratos Árabes con 19 mil millones, el príncipe Alweleed Bin Talal al Saud de Arabia Saudita con 18 mil millones y Mohammed bin Rashid Al Maktoum de los Emiratos Árabes con 16 mil millones.
Saddam Hussein fue en su momento uno de los dictadores más ricos del mundo. Su fortuna, calculada en 6.000 millones de dólares según la revista “Forbes” de junio 99, ocupaba un lugar preferente en el escalafón mundial. Pero le superaron en los años posteriores Muammar Gaddafi de Libia, Hosni Mubarak de Egipto y Bashar al-Assad de Siria, cuyas colosales fortunas acumuladas al socaire de sus poderes monárquicos omnímodos se esparcieron en cuentas bancarias secretas en Suiza, Inglaterra, Dubái, sureste de Asia y el golfo Pérsico.